Julio César, de 35 años, el rostro de los ingresados en la quinta ola: sin levantarse y conectado al oxígeno
Julio César a sus 35 años no tiene patologías previas y es un deportista nato
Cree que se contagió en el aeropuerto donde coincidió con grupos que se iban de viaje de fin de curso
Los hospitales empiezan a llenarse con jóvenes y menores de 40 años en esta quinta ola
Un paseo por la planta Covid del Hospital del Mar muestra la cara de esta quinta ola. Para circular por ella vuelve a ser imprescindible llevar todo el equipo de protección porque la planta vuelve a estar llena. La variante que predomina es la delta y la media de edad es de 40 años. Asomarse a las habitaciones impacta porque te encuentras, en su mayoría, jóvenes y hombres. En la 14, un chico de 26 años. En la 22, uno de 35. En la 26, otro de 35. Abajo, dos chicas que no llegan a los 30 y embarazadas. La doctora de la planta cuenta a Informativos Telecinco que la media de edad nunca había sido tan baja en esa planta, y los jóvenes que entraban hasta ahora tenían patologías previas, obesidad... Ahora no. Eso sí, todos los jóvenes ingresados están sin vacunar. Llegan unos 20 pacientes cada día, y prevén seguir creciendo al menos una semana más.
Julio César, a sus 35 años, es uno de esos pacientes. No llegó a tiempo para vacunarse. Había intentando pedir autocita varias veces pero que siempre estaba lleno. Justo acababan de abrir su franja de edad en Cataluña cuando se contagió lleva dos semanas ingresado, "sin levantarse y conectado al oxígeno". Julio César es un chico deportista. El boxeo y el fútbol forman parte de su rutina en su día a día. No tenía ninguna patología y, de golpe, empezó a encontrarse mal. Fiebre cada vez más alta hasta que prácticamente no podía levantarse de la cama. Ingresó y le enchufaron oxígeno hasta hoy. Dice que "ha pasado miedo, momentos muy duros cuando vas viendo que el oxígeno que te ponen es insuficiente y tiene que seguir aumentándotelo". Cree que se contagió en el aeropuerto, ya que coincidió con muchos grupos que se iban de viaje de final de curso y está convencido de que fue allí. "Luchas, luchas y ves cómo el cuerpo se va debilitando", confiesa agotándose al hablar.
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"Al principio intentas entender por qué a ti, un joven deportista con buenos hábitos, pero al final ves que forma parte de la estadística y que le puede pasar a cualquiera". Todavía le quedan días de ingreso. Y manda un mensaje contundente a la gente: que se vacunen y que sean responsables y generosos con el de al lado.