Europa registró 140.000 muertes más de lo habitual entre marzo y abril
Italia llegó a su 'pico' de fallecimientos en la semana 13 (del 23 al 29 de marzo)
En España y Francia ocurrió del 30 de marzo al 5 de abril
El impacto de la pandemia del coronavirus en Europa ha dejado cifras de terror, el exceso de mortalidad en 21 países europeos, entre ellos España, se elevó a 140.000 fallecimientos entre marzo y abril, según los datos publicados este miércoles por la oficina de estadística europea Eurostat.
El informe recoge datos de Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Estonia, España, Francia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Austria, Portugal, Eslovaquia, Finlandia y Suecia, a los que se suman de fuera de la UE Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Por lo tanto, deja fuera a otros diez países del bloque comunitario y a Reino Unido.
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Fecha de notificación
El estudio se basa en la información aportada por las autoridades nacionales de estadística de los Estados miembros y, aunque Eurostat recomienda utilizar datos respectivos al día del fallecimiento, también ha aceptado para su elaboración casos por fecha de notificación del deceso.
La oficina de estadística europea ha destacado, sin embargo, que estos 21 países representan de manera conjunta más del 90% de los fallecimientos por COVID-19 notificados al Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (EDCD) durante las semanas de estudio.
En comparación con la media entre 2016 y 2019
La principal conclusión del mismo es que entre las semanas 10 y 17 de 2020 (que engloba los meses de marzo y de abril), el exceso de mortalidad en estos 21 países se elevó a 140.000 muertes en comparación con la media registrada en los cuatro años anteriores, entre 2016 y 2019.
El informe recoge que el 'pico' de muertes se alcanzó en la semana 14 (entre el 30 de marzo y el 5 de abril), aunque ya estaba registrando datos superiores al promedio de los cuatro años anteriores desde las primeras semana de marzo.
"Las primeras semanas del año tuvieron valores menores que los observados en los años previos. Sin embargo, mientras que en otros años la mortalidad empezaba a decrecer en ese punto del año, en 2020 el número de muertes sube abruptamente a principios de marzo, durante la semana 10. Para la semana 11, los valores de 2020 superaban los registrados de media en los años anteriores", ha informado Eurostat en un comunicado.
Países afectados de manera distinta
Sin embargo, el informe subraya que los países analizados se vieron afectados de maneras distintas. Mientras que en algunos se observó un aumento y una caída "pronunciadas", en otros el impacto fue "menos intenso". Los datos de Eurostat también apuntan a diferencias en el momento en el que cada país llegó a su punto máximo.
Así, Italia llegó a su 'pico' de fallecimientos en la semana 13 (del 23 al 29 de marzo), en España y Francia esto ocurrió una semana después. En los tres países el número de fallecimientos diarios cayó después "rápidamente".
Exceso de muerte por regiones
El análisis del exceso de muerte por regiones también muestra diferencias en el impacto de la pandemia. La región italiana de Lodi fue la primera en sufrir las consecuencias de la pandemia, puesto que en la última semana de febrero ya contaba con un número de muertes que duplicaba los fallecimientos esperados. Una semana después se unieron las regiones italianas de Bergamo y Cremona y ya en la semana 11 se sumaron Piacenza, Parma y Brescia al grupo de las zonas más afectadas.
Todas estas regiones del norte de Italia seguían registrando numerosas muertes en la semana 12, cuando Soria, Segovia y Madrid, así como el departamento francés del Alto Rhin, registraron un exceso de mortalidad que triplicaba los decesos medios de los años anteriores.
Durante las semanas 13 y 14 se unieron al grupo las provincias de Guadalajara, Ciudad Real y Albacete, pero ya en la semana 15 se observó una reducción general en los fallecimientos diarios de las regiones españolas e italianas.
En las dos últimas semanas que recoge el informe de Eurostat (semanas 16 y 17 del año) se generaliza un descenso de los fallecimientos en todas las regiones europeas analizadas, aunque algunas zonas de Bélgica y Suiza registraban todavía un número de muertes que duplicaba el promedio de los cuatro años anteriores.