La higiene sexual e íntima, vital para luchar contra las causas de las cistitis
El 37 por ciento de las mujeres sufre al menos una cistitis durante su vida: descubre cómo evitarla y cuáles son sus síntomas
La cistitis es una de las infecciones más frecuentes entre los españoles, especialmente en el caso de las mujeres. De hecho, se trata del segundo tipo de infección más frecuente por detrás de las respiratorias. Afecta más a mujeres que a hombres y se caracteriza por la inflamación de la vejiga o de las vías urinarias inferiores provocada normalmente por bacterias y, menos frecuentemente, por un virus o un hongo. ¿Cuáles son las causas de la cistitis? ¿Y sus síntomas? ¿De qué manera podemos reducir sus efectos y prevenir la aparición de nuevas infecciones?
Cistitis: causas y síntomas
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La cistitis es sinónimo de infección de orina y su origen puede ser variado, aunque normalmente la provocan las bacterias que se encuentran en la zona del ano, que pueden llegar a la uretra debido a una mala higiene, generando así la propagación de la infección. Se suele tratar con antibióticos (siempre que la infección sea efectivamente de origen bacteriano) y, una vez iniciado el tratamiento, la respuesta suele ser muy rápida: los síntomas comienzan a desaparecer al cabo de aproximadamente un día. Con todo, sus síntomas pueden resultar muy desagradables e impedir el desarrollo de un día a día normal.
En cuanto a su incidencia, el 37 por ciento de las mujeres sufre al menos una cistitis durante su vida y el 20 por ciento de ellas se repite en los dos primeros meses debido a la resistencia a los antibióticos, a que la infección no se trató adecuadamente o a malos hábitos de higiene. También existen casos de cistitis recurrente, el 12 por ciento de las pacientes, con más de dos episodios cada año. En el caso de los hombres, la cistitis es poco frecuente, aunque su incidencia aumenta a partir de los 65 años.
Dado que la más frecuente causa de la cistitis es la infección bacteriana, la higiene juega un papel clave a la hora de prevenir esta dolencia. Bacterias fecales como la E. coli son las responsables de provocar la infección, al entrar en la uretra y ascender hacia la vejiga. Lo normal es que nuestro propio organismo elimine estas bacterias a través de la orina, pero a veces éstas se adhieren a la pared de la uretra o vejiga, apareciendo entonces la infección debido a su rápida reproducción.
En cuanto a lo síntomas de la cistitis, tal y como recoge El Farmacéutico, son los siguientes:
- Necesidad frecuente de orinar y sensación de no haber vaciado completamente la vejiga con cada micción.
- Dolor o ardor al orinar.
- Orina turbia, a veces con olor fuerte o desagradable.
- A veces, presencia de sangre en la orina.
- Presión o calambre en la parte inferior del abdomen.
Al tratarse de una infección que suele experimentarse más de una vez en la misma persona, es posible que se acaben banalizando su síntomas o que se recurra a la automedicación: al contrario, lo más adecuado es actuar preventivamente y evitar la aparición de infecciones, recurriendo a estos trucos y consejos.
También es importante acudir siempre a un médico que nos asegure que efectivamente nos encontramos ante una infección de orina y que identifique su causa antes de recetar ningún medicamento. Hay que descartar también que infecciones de las vías urinarias altas o complicaciones, ya que ello puede implicar problemas renales graves.
Para prevenir la aparición de cistitis, lo mejor es extremar la higiene, beber mucha agua de forma constante, consumir zumo de arándanos y probióticos con frecuencia, y no aguantar las ganas de orinar para facilitar la salida de bacterias del cuerpo. El café, el alcohol, las comidas especiadas y el tabaco no ayudan a mejorar los síntomas. Tampoco el uso de desodorantes vaginales, baños perfumados, espermicidas y similares, ya que pueden provocar irritación, alergia e inflamación. Además, la ropa interior de algodón es más adecuada para evitar una infección, así como evitar el uso de tampones o pasar mucho tiempo con un bañador mojado.
La higiene íntima es quizás el puto más importante a la hora de prevenir la aparición de infecciones de orina: la limpieza debe realizarse siempre desde delante hacia detrás para evitar que las bacterias del recto accedan a la uretra. También es conveniente practicar una buena higiene sexual: orinar después del sexo, usar anticonceptivos de barrera y lavar los genitales disminuye en gran medida el riesgo de padecer una infección de este tipo.