Aduhelm: EEUU aprueba el primer medicamento contra el alzheimer en dos décadas
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense permitirá el uso del polémico fármaco de Biogen Inc, que en sus ensayos clínicos fue cuestionado por falta de pruebas y su inconsistencia
El aducanumab pretende eliminar los depósitos pegajosos de una proteína llamada beta amiloide del cerebro de los pacientes en las primeras fases del Alzheimer
La FDA considera que existen pruebas sustanciales de que Aduhelm reduce las placas de beta amiloide en el cerebro
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha dado su aprobación este lunes al Aducanumab (Aduhelm), de los laboratorios Biogen, un medicamento específico contra el Alzheimer en el que esta farmacéutica llevaba años trabajando. Se trata del primer fármaco para luchar específicamente contra esta enfermedad en dos décadas.
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Biogen comenzó a desarrollar un medicamento contra esta enfermedad neurodegenerativa en el año 2015, con una investigación de laboratorio y pruebas no exentas de problemas, que conllevó incluso la cancelación de la investigación hace dos años. Ahora el regulador de medicamentos estadounidense, acaba de dar los permisos para su comercialización, convirtiéndose así en el primer fármaco para luchar específicamente contra el Alzheimer en los últimos 20 años.
La aprobación podría traer esperanza a los más de 6 millones de estadounidenses que viven con la enfermedad, aunque algunos médicos han dicho que el medicamento no ayudará a todos los pacientes, en particular a aquellos con una enfermedad más avanzada. Mientras tanto, otros profesionales de la salud han dicho que la evidencia que respalda la eficacia del fármaco es limitada.
Los propios asesores externos de la FDA dijeron en noviembre que los datos detrás del medicamento no eran lo suficientemente sólidos, e incluso criticaron al propio personal de la FDA por lo que denominó una revisión demasiado positiva. "Somos conscientes de la atención que rodea a esta aprobación", dijo el lunes en un comunicado la Dra. Patrizia Cavazzoni, directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
"Entendemos que Aduhelm ha atraído la atención de la prensa, la comunidad de pacientes de Alzheimer, nuestros funcionarios electos y otras partes interesadas", continuó.
La compañía Biogen estaba en un momento crítico, después de haber fallado en las pruebas y ensayos de sus dos últimos medicamentos, pero tras estos permisos, los analistas esperan que se dispare en bolsa y consiga una revalorización del 70% y eso sumándose al valor añadido del beneficio que puede causar a más de 47 millones de personas en el mundo afectadas por la enfermedad degenerativa.
Los ensayos, tras haberse cancelado temporalmente y perder casi 14 millones de dólares de inversión, se retomaron al comprobar que el medicamento tenía efectos positivos en las primeras fases de la enfermedad.
La aprobación de la Agencia Norteamericana del Medicamento este lunes ha sorprendido a muchos porque un comité independiente de expertos del gobierno norteamericano había votado en contra de la aprobación de ese medicamento al considerar que no había pruebas concluyentes sobre la mejoría de los enfermos. El medicamento, una vez suministrado, supondría una mejora de hasta un 20% de la capacidad cognitiva de los pacientes durante la primera fase de la enfermedad.
Seis nuevas variantes genéticas relacionadas con el Alzheimer, descubiertas
La luz verde al medicamento sale a la luz cuando un estudio de la Fundación ACE ha identificado seis nuevas variantes genéticas implicadas en el Alzheimer y ha elaborado una escala de valoración del riesgo de desarrollar la enfermedad en los supuestos de tener determinados genes.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, forma parte del proyecto Genomic Research at Ace (GR@ACE), impulsado por Grifols y la Fundació "la Caixa", con la colaboración del equipo científico de ACE Alzheimer Center. Los investigadores han realizado una asociación del genoma completo de cerca de medio millón de personas con Alzheimer, fusionando datos de consorcios nacionales e internacionales, y han hallado seis nuevas variantes genéticas implicadas en el desarrollo de la enfermedad neurodegenerativa.
Además, el estudio ha elaborado una escala de valoración de riesgo de desarrollar la enfermedad: Entre las personas que tienen el gen APOE ɛ4 -el principal factor de riesgo de demencia-, los investigadores han podido determinar que, quien puntúe más alto, desarrollará Alzheimer hasta 5 años y medio antes.
La autora principal del estudio, Itziar de Rojas, ha destacado que la investigación supone un paso adelante en el diagnóstico precoz de la enfermedad, al poder "establecer si las personas están en alto riesgo de desarrollar demencia analizando su genética"
La alimentación, un aspecto a tener en cuenta en el Alzheimer
No es la única novedad que ha sido hoy desvelada en relación a esta enfermedad. De hecho, cada vez se conocen más datos sobre ella y es un hecho que la alimentación adecuada y el soporte nutricional pueden prevenir y revertir la situación de fragilidad cognitiva en pacientes con Alzheimer en fases tempranas, sobre todo si se combina con ejercicio físico y entrenamiento cognitivo, tal y como confirma el Geriatra en el Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres, el doctor Manuel Antón.
"Se ha demostrado que dietas, como la dieta mediterránea, ricas en vegetales y aceite de oliva aportan beneficios cuantificables a nivel cognitivo", afirma este experto. Así, el papel de la nutrición es "clave" para abordar funciones como la velocidad de la marcha, o la sarcopenia (pérdida de masa muscular y fuerza), signos incipientes de Alzheimer preclínico, es decir, sin clínica cognitiva aparente.
En este sentido, existe una relación de retroalimentación entre la nutrición y la fragilidad cognitiva, ya que una repercute sobre la otra, lo que permite que se pueda intervenir en el curso inicial de la enfermedad. En este terreno, la nutrición, el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo han demostrado su eficacia, sobre todo cuando se interviene de forma precoz.
Otro importante hito en el abordaje nutricional en el curso de la enfermedad es la intervención en la génesis de la enfermedad del Alzheimer, con la intervención de preparados dietéticos específicos en los componentes de la cognición. En este sentido, se han demostrado beneficios en test de memoria, pero sobre todo en la influencia bidireccional entre función y cognición con mejoría en test funcionales, con correspondencia con la neuroimagen y, además, manteniendo la eficacia en estudios a 3 años.
Tradicionalmente, se habían asociado los buenos hábitos de vida al envejecimiento saludable. En la actualidad, la comunidad médica ha empezado a considerar el concepto de envejecimiento no inherente a la edad, que es irreversible, sino al concepto de fragilidad, de vulnerabilidad, que involucra científicamente determinados parámetros medibles. Además, es un concepto "dinámico, bidireccional y sobre todo reversible sobre el que podemos actuar", explica el doctor Antón. "En este terreno, la nutrición, el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo han demostrado su eficacia, sobre todo cuando más precozmente se interviene", añade.
Un simple análisis de sangre puede revelar con precisión la neurodegeneración
La noticia sobre el nuevo fármaco contra el Alzherimer se conoce el mismo día que un nuevo estudio sobre más de 3.000 personas, dirigido por el King's College de Londres (Reino Unido) en colaboración con la Universidad de Lund (Suecia), ha demostrado por primera vez que un único biomarcador puede indicar con precisión la presencia de una neurodegeneración subyacente en personas con problemas cognitivos. Es un importante avance para muchas enfermedades, entre ellas el Alzheimer.
Los niveles de una proteína llamada cadena ligera de neurofilamentos (NfL) en la sangre pueden identificar a quienes podrían padecer enfermedades neurodegenerativas como el síndrome de Down, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la demencia frontotemporal, cuando los síntomas clínicos no son definitivos.
La investigación, publicada en la revista científica 'Nature Communications', ha determinado un conjunto de niveles de corte de NfL relacionados con la edad que podrían informar sobre su posible uso en entornos de atención primaria a través de un simple análisis de sangre.
"Por primera vez hemos demostrado, en una serie de trastornos, que un único biomarcador puede indicar la presencia de una neurodegeneración subyacente con una precisión excelente. Aunque no es específico de ningún trastorno, podría ser útil en servicios como las clínicas de memoria como herramienta de cribado rápido para identificar si los problemas de memoria, pensamiento o psiquiátricos son consecuencia de la neurodegeneración", explica el doctor Abdul Hye, coautor del estudio.
Las enfermedades neurodegenerativas dan lugar a una degeneración o muerte continua de las células nerviosas, lo que provoca problemas de pensamiento, atención y memoria. Para ayudar a identificar la aparición de estas enfermedades debilitantes y poner en marcha medidas preventivas lo antes posible, se ha impulsado el desarrollo de biomarcadores fiables y accesibles que puedan reconocer o descartar si se están produciendo los procesos cerebrales responsables de la neurodegeneración.
Los actuales biomarcadores utilizados para identificar trastornos neurodegenerativos se obtienen del líquido que rodea el cerebro y la columna vertebral (líquido cefalorraquídeo - LCR), que debe extraerse mediante un procedimiento invasivo llamado punción lumbar. Se ha avanzado en el uso de biomarcadores de la sangre, lo que permitiría una evaluación más accesible y cómoda.
Una característica central e irreversible en muchos trastornos neurodegenerativos es el daño a la fibra nerviosa, que da lugar a la liberación de la cadena ligera de neurofilamentos (NfL). Mediante pruebas ultrasensibles, la NfL puede detectarse en la sangre a niveles bajos y está aumentada en una serie de trastornos, a diferencia de la tau fosforilada, que es específica de la enfermedad de Alzheimer. Esto significa que la NfL puede ser útil en el proceso de diagnóstico de muchas enfermedades neurodegenerativas, sobre todo en este estudio la demencia por síndrome de Down, la ELA y la demencia frontotemporal.
"En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de la neurona motora, sería muy útil disponer de un análisis de sangre que permitiera un diagnóstico precoz y nos ayudara a controlar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. La cadena ligera de neurofilamentos es un biomarcador prometedor que podría acelerar el diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas y acortar los ensayos clínicos", detalla otro de los autores, el profesor Ammar Al-Chalabi.
El estudio examinó 3138 muestras del King's College de Londres, la Universidad de Lund y la Iniciativa de Neuroimagen de la Enfermedad de Alzheimer, incluyendo a personas sin deterioro cognitivo, personas con trastornos neurodegenerativos, personas con síndrome de Down y personas con depresión.
El estudio demostró que las concentraciones de NfL en la sangre eran más elevadas en todos los trastornos neurodegenerativos en comparación con las personas sin problemas cognitivos, siendo las más elevadas en las personas con demencia por síndrome de Down, ELA y demencia frontotemporal.
La investigación también ha evidenciado que, aunque la NfL basada en la sangre no podía diferenciar entre todos los trastornos, sí podía proporcionar información sobre los diferentes grupos dentro de ciertos trastornos. Por ejemplo, en los enfermos de Parkinson, una concentración elevada de NfL indicaba un trastorno de Parkinson atípico, y en los pacientes con síndrome de Down, los niveles de NfL diferenciaban entre los que tenían y los que no tenían demencia.
"Este estudio muestra que los niveles de cadenas ligeras de neurofilamentos estaban particularmente aumentados en los adultos con síndrome de Down que tienen una predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer. Además, hemos demostrado que los individuos con un diagnóstico de demencia tras la aparición de la enfermedad de Alzheimer tenían niveles más altos que los que no lo tenían. Esto sugiere que el nuevo marcador podría utilizarse potencialmente para mejorar el diagnóstico del Alzheimer en personas con síndrome de Down, así como para ser utilizado como biomarcador para mostrar si los tratamientos son eficaces o no. Es emocionante que lo único que se necesite sea un simple análisis de sangre, que se tolera mejor en las personas con síndrome de Down que los escáneres cerebrales", reflexiona el coautor Andre Strydom.
El estudio evaluó los umbrales o puntos de corte relacionados con la edad de las concentraciones de NfL que podrían representar el punto en el que un individuo recibiría un diagnóstico. Estos puntos de corte relacionados con la edad tuvieron una precisión del 90 por ciento para destacar la neurodegeneración en los mayores de 65 años y del 100% para detectar la enfermedad de la neurona motora y la demencia por síndrome de Down en las muestras del King's College London, con un resultado muy similar en las muestras de Lund.
Es importante destacar que la NfL fue capaz de distinguir a los individuos con depresión de los individuos con trastornos neurodegenerativos que suelen presentar un trastorno psiquiátrico primario en el inicio del desarrollo de la enfermedad, como la demencia frontotemporal.