Los suicidios entre menores arrojan datos preocupantes: es la principal causa de muerte entre los 15 y los 29 años
El número de intentos de suicidio en menores de edad se ha multiplicado exponencialmente en la última década
Factores como problemas intrafamiliares, acoso escolar o la soledad, incitan las ideas suicidas entre los adolescentes
Los menores de 10 años con ideas suicidas tardan más de un año en pedir ayuda: así deben actuar los padres
Los vecinos de Sallent, Barcelona, están consternado después de que dos hermanas gemelas saltasen desde un tercer piso con el fin de quitarse la vida. Las jóvenes de 12 años, vivían en su día a día un auténtico calvario. Sufrían bullying por ser de procedencia argentina, así lo ha asegurado su primo en 'El programa de Ana Rosa', aunque la investigación también baraja problemas intrafamiliares. El acoso escolar es una de las principales causas que lleva a los menores a decidir poner fin a su vida, como es el caso de Alejandro, una de estas víctimas, que decidió que la única salida para escapar de su tormento era quitarse la vida con tan solo 10 años de edad.
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El número de intentos de suicidios y de las ideas suicidas entre jóvenes menores de edad ha aumentado exponencialmente en la última década, sobre todo tras la pandemia. "Están creciendo de forma muy preocupante, la tasa de incremento es altísima, se multiplican casi por 26 los intentos de suicidio en los últimos 10 años y casi por 24 las ideas de suicidio. Y el incremento ha sido mucho más significativo desde el Covid, en los últimos tres años", ha explicado a Europa Pess el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros.
La Fundación ANAR señala que es importante hablar de suicidio, pero con "cuidado"
En cuanto al caso de las gemelas de Barcelona, ha precisado que el número de casos de suicidios colectivos es "infrecuente", es más probables que estos lleguen de forma individual, aunque generalmente suele producirse un "efecto contagio" si los menores barajan en su mente poner fin a su vida. Para llevar a cabo su fin, recurren a Internet, por lo que desde la Fundación ANAR señalan que es importante hablar de suicidio para eliminar los estigmas que giran en torno a él, pero que no se debe explicar "nunca" como se ha llevado a cabo para no dar idea a los jóvenes.
Así mismo, Ballesteros ha señalado que en necesario una mayor inversión pública en salud mental que cuente con más psicólogos especializados en la atención a la infancia en la sanidad pública. "No puede estar colapsado, no puede ser que tarden mucho en dar cita, y luego cada 15 días o cada mes, eso no es eficaz", ha señalado.
Ballesteros también pide estar atentos a las autolesiones, "el mayor predictor de la conducta suicida", y a la verbalización de pensamientos como 'quiero terminar con todo' o 'ya no puedo más'. "No hay que pasarlo por alto, hay que prestarle la atención adecuada", ha avisado.
Para ello, ha recordado que la Fundación ANAR pone a disposición dos teléfonos: el 900 20 20 10 para los propios niños, niñas y adolescentes en riesgo; y el 600 50 51 52 para familias y colegios. En estas líneas, los menores y familiares reciben la atención del equipo psicólogos, especializado en conductas suicidas y en la resolución de problemas que hay detrás.
¿Cuáles son los factores de riesgo que llevan al suicidio en los menores?
Según señala el último informa sobre salud mental en la infancia y adolescencia 'Crecer Saludable(mente)' de Save the Children, un 3 % de niños, niñas y adolescentes tuvieron pensamientos suicidas el año pasado. Las causas externas, como el suicidio, son la principal causa de muerte entre los menores españoles. Entre estas causas, por orden, se encuentran los accidentes de tráfico, los suicidios y las lesiones autoinflingidas. Pero en 2020 esta tendencia se vió alterada. El suicidio se convirtió en la primera causa de muerte por causas externas: en 2020 fallecieron 61 niños, niñas y adolescentes por suicidio.
Los intentos de suicidio en los jóvenes, está vinculado directamente con situaciones de violencia, ya sea familiar, acoso escolar o ciberbullying. Los menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicidio que aquellos que no lo han sufrido. Este porcentaje se incrementa aún más en las víctimas de ciberacoso. Incluso aquel que lo realiza tiene un mayor riesgo de manifestar pensamientos y comportamientos suicidas, aunque en menor medida que las víctimas.
Estos aparecen en mayor medida en niñas a partir de los 13 años, en los menores por debajo de esta franja es más frecuente en niños. Unos datos alarmantes es que el porcentaje de niños y niñas entre 4 y 8 años con este tipo de pensamientos es de un 2%, pero esta fracción se triplica en la adolescencia, alcanzando un 6% en el grupo entre 13 y 16 años.
En la edad adulta, el número de ideas suicidas también es mayor presente en mujeres. Según los datos recogidos por el Teléfono de la Esperanza, el 65 % de las llamadas recibidas son de mujeres y el 35 % de hombres. Aunque, esta gran diferencia también se debe a que por norma general los hombres son más introvertidos y les cuesta más compartir lo que les sucede y pedir ayuda.
El nivel de vida familiar, un incipiente en las ideas de suicidio de los menores
Otro factor de riesgo que lleva a los menores a querer quitarse la vida es el nivel de renta familiar. Este porcentaje, es mayor en las familias con rentas bajas. El número de niños y niñas que han manifestado su intención de suicidarse es del 1,25% en las familias con rentas más altas. Este porcentaje se triplica, hasta llegar al 4%, en las familias menos pudientes. Se trata de un dato muy preocupante si tenemos en cuenta que justo estos hogares tienen menos recursos para tratar de ayudar a los adolescentes.
Estos datos, se vienen vinculados con otros factores que incitan los intentos de suicidio en adolescentes como: conflictos familiares graves y las separaciones conflictivas, humillaciones y malos tratos, la soledad, los desengaños amorosos, las muertes de seres queridos, las separaciones y pérdidas de amigos, los cambios de residencia, el fracaso escolar y los conflictos de discriminación y/o aceptación sexual, así como el ya mencionado bullying.
Así mismo, las nuevas tecnologías tienen un gran papel, ya no solo por el ciberbullying, sino también por el mal uso que se puede dar de estos medios entre los jóvenes, la información, así como los retos y los juegos, no tienen un control y están al alcance de cualquiera.