Último mensaje de Romina: "Casi me mata. La siguiente no creo que lo cuente”
Es 29 de diciembre. Romina Celeste Núñez describe por WhatsApp la última paliza de su marido, Raúl Díaz Cachón, en la cárcel por asesinarla. Sus restos no se han encontrado. Los desperdigó por el mar, según confesó, tras quemarlos en la barbacoa de su casa. No admite la muerte de su esposa. Y argumenta una sobredosis. Pero las drogas que encontró la Guardia Civil en la vivienda son suyas. Raúl Díaz estaba enganchado a la cocaína y esta es la última vez que ella pudo contarlo.
“No pude caminar”. “Estoy golpeada por todas por todos lados”.
“Yo creo que esta vez tengo que poner fin a esto”. “Y éste casi me mata”.
“Y ya la siguiente no creo que lo cuente”. “Si voy al médico será peor”.
“Estoy golpeada por todas partes”.
De hecho Romina llegó al centro de salud para que la atendieran pero no se atrevió a denunciar y se marchó. Ya le había denunciado tres días antes de la boda en agosto y fue detenido porque la agresión se produjo en un hotel de Lanzarote. Ella quitó la denuncia. Y se casó. En uno de los vídeos a los que hemos tenido acceso, Romina sale de la firma de la boda civil y llaman a su madre, Miriam. Raúl le hace bromas con los papeles de la boda como si no se lo fuera a creer la madre. Le dice en el vídeo que su hija tiene muy mal genio y él se ha ganado el cielo. Romina, escéptica, contesta que es ella la que se ha ganado el cielo y que el hasta el padre de Raúl se lo ha dicho. Al día siguiente se celebra la boda, vestida de blanco con testigos y padrinos pero sin invitados. No tardaría en recibir otra paliza que la mantuvo alejada, escondida en casa de unos amigos durante un mes. Raúl manipuló ese maltrato y lo utilizó cuando denunció la desaparición de Romina tras su muerte. Le dijo a la Guardia Civil que ella le abandonaba de vez en cuando. Pero Romina se marchaba solo cuando estaba malherida hasta que no lo hizo en Fin de Año y según la Guardia Civil la mató. Él no lo reconoce. Pero el servicio de criminalística de la Guardia Civil busca rastros de ese crimen en la casa donde los perros han señalado positivo a sangre y donde han encontrado recién pintado el patio donde estaba la barbacoa que, según él, utilizó para quemar el cuerpo. La búsqueda de los restos en el mar se ha cancelado cautelarmente.