Trucos para conservar las setas frescas en el frigorífico
Tanto las setas recolectadas como las de supermercado durarán frescas más tiempo con estos trucos y consejos
La duración de las setas de supermercado suele ser escasa
Lo más indicado es trocearlas y cocinarlas antes de congelarlas
La temporada de setas es una de las fechas más esperadas para los amantes de este producto, especialmente para quienes disfrutan recolectándolas. Precisamente una de las dudas que se nos plantean cuando acumulamos una gran cantidad de ejemplares es cómo conservar las setas para que duren más tiempo, así como cuánto duran las setas en el frigorífico, o si es posible congelar boletus sin que pierdan su sabor y propiedades. ¿Cuál es la mejor forma de conservar estos hongos?
Trucos para conservar las setas frescas en el frigorífico y mantener su sabor y propiedades
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La única pega que podemos poner a un producto tan apreciado como las setas es el corto espacio de tiempo en que podemos recolectarlas si nos gusta evitar las setas de cultivo: la temporada de setas es breve y es frecuente acumular una gran cantidad de ellas y buscar vías para conservarlas y alargar el tiempo de consumo sin que pierdan su sabor y propiedades. También cuando compramos setas de supermercado nos enfrentamos al mismo problema: su duración suele ser escasa, especialmente teniendo en cuenta que suelen presentarse envasadas en recipientes de plástico que evitan su transpiración.
Es aquí donde entran en juego distintas técnicas para mantener las setas frescas durante más tiempo, así como para conservarlas durante meses recurriendo a la deshidratación, la conserva al vacío, la congelación, la conserva en aceite...
Si te preguntas cómo conservar boletus en la nevera para que duren más tiempo y mantengan sus características, lo cierto es que existen pequeños trucos para que el producto no se vea deteriorado y permanezca fresco de forma prolongada.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la humedad de la propia seta dificulta que se mantenga fresca durante más tiempo una vez que ha sido arrancada de la tierra. Por eso es importante que, al limpiarlas antes de almacenarlas, jamás utilices agua: la seta la absorberá y, además de provocar que dure fresca menos tiempo, empeorará su sabor y su cocinado.
Lo mejor es hacerte con un cepillo para retirar los restos de tierra y pasar un paño seco o, como mucho, ligeramente humedecido, para terminar de limpiarlas. A continuación, guárdalas en una bolsa opaca (por ejemplo, de papel) que permita que transpiren o, si no tienes ninguna a mano, utiliza un recipiente cerrado y coloca papel absorbente entre ellas para favorecer la salida de humedad.
Ya solo falta introducirlas en la nevera y consumirlas: ten en cuenta que, si las conservas enteras, durarán hasta 10 días, mientras que si las troceas reducirás este tiempo a unos 7 días como máximo. Otra opción es cocinarlas, en cuyo caso también podrán durar hasta 10 días aptas para su consumo.
Si lo que quieres es conservar setas de supermercado (cuyo origen es el cultivo), intenta almacenarlas fuera del recipiente de plástico que suele contenerlas o, al menos, retirar el papel film que las envuelve. Siempre será mejor que las almacenes en una bolsa de papel o tela, o en un recipiente con papel en cada capa.
Además, congelar setas es también una opción para alargar su duración, si bien deberás hacerlo de una forma determinada para que se conserven de la mejor forma posible. En este caso, lo más indicado es trocearlas y cocinarlas antes de congelarlas, ya que, debido a su cantidad de agua, congelarlas sin cocinar implicaría que se rompan sus fibras y se pierdan sus propiedades.
Puedes freírlas en aceite de oliva a baja temperatura y envasarlas en bolsas de vacío, o bien escaldarlas en agua hirviendo te durante un par de minutos y escurrirlas a conciencia antes de guardarlas en bolsas de congelación. Siempre será preferible introducirlas durante las primeras horas en la zona de congelación rápida (si dispones de ella) para luego pasarlas a la zona de congelación normal.
Por último, ten en cuenta que congelar tus setas no significa que puedas consumirlas eternamente: tendrás hasta seis meses para hacerlo.