Portugal matiza que no cierra fronteras con España pero limita los desplazamientos al exterior de sus ciudadanos
La ministra de Exteriores española confirma que no habrá cierre de fronteras
El control no afectará al paso de mercancías ni de trabajadores trasnacionales
El primer ministro portugués, António Costa admite que el crecimiento es exponencial
Portugal reforzará la vigilancia de sus fronteras desde el domingo y durante quince días con controles para limitar la salida de sus nacionales de su territorio ante el descontrolado avance de la tercera ola de covid, que deja este jueves nuevos récord diarios con 303 muertes y 16.432 nuevos contagios.
"El Gobierno adoptará la medida de limitación de desplazamientos para el exterior en los próximos 15 días de ciudadanos nacionales. Salvo casos excepcionales, en la próxima quincena, serán limitadas las salidas por vía aérea, terrestre o fluvial de ciudadanos nacionales", dijo en el Parlamento el ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita. Cabrita se refirió apenas a los desplazamientos de nacionales, sin mencionar en ningún momento un eventual cierre de fronteras.
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La frontera entre Portugal y España no se cerrará, confirmaron fuentes oficiales pese a las primeras noticias que informaban de que así era. Desde el Gobierno se ha subrayado que los controles a la movilidad de los portugueses no afectarán al paso de mercancías ni de trabajadores trasnacionales.
La ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, ha matizado en una rueda de prensa que no se cerrará la frontera aunque sí se trabajará con Portugal para evitar contagios limitando la movilidad y ha pedido a los españoles que no viajes al país si no es por cuestiones esenciales.
El ministro habló al cierre de un debate que ha aprobado una nueva prórroga del estado de emergencia vigente en el país, que entrará en vigor a las 00.00 del 31 de enero e introducirá cambios con respecto al anterior, como permitir el cierre de fronteras con España, como ya ocurrió entre el 17 de marzo y el 1 de julio de 2020. Pero ese cierre aún no está decidido.
Portugal afronta una tercera ola descontrolada, que hoy dejó un récord de 303 muertes y 16.432 contagios y, tiene a los hospitales al límite con 6.565 ingresados, de los cuales 782 están en cuidados intensivos.
En este contexto, el Parlamento ha aprobado extender el estado de emergencia quince días con los votos a favor del gobernante Partido Socialista y el líder de la oposición, el PSD (centroderecha), el animalista PAN, los democristianos del CDS y una diputada no inscrita. Una amplia mayoría frente a la abstención del Bloco de Esquerda y el voto en contra del Partido Comunista, el ultraderechista Chega, los Verdes, Iniciativa Liberal y otra diputada no inscrita.
La prórroga también prevé que las escuelas, cerradas desde el pasado día 23 durante quince en los que no habrá clases, retomen la actividad el 8 de febrero a distancia, y se permite recurrir a sanitarios jubilados o procedentes del extranjero para responder a la creciente saturación de los hospitales lusos.
Son novedades dentro de una renovación esperada para dar continuidad al confinamiento que Portugal comenzó el pasado día 15 y que las autoridades siempre previeron extender al menos durante un mes, algo que garantiza esta prórroga, que coincide además con un momento crítico para el país. "Lo peor aún durará semanas", ha reconocido en las últimas horas el primer ministro, António Costa, tras varios días donde las cifras diarias de fallecidos se acercan a los 300.
Con la presión hospitalaria desbordada, los hospitales han recibido la orden de abrir todas las camas disponibles, una medida que se teme no sea suficiente si los contagios diarios siguen rondando los 14.000 durante mucho más tiempo.
El Gobierno ya ha admitido que sopesa pedir ayuda internacional si las cosas empeoran, para por ejemplo recibir sanitarios extranjeros o enviar sus propios pacientes a otros países.
El primer ministro portugués, António Costa, admitió el miércoles por la noche en una entrevista en televisión que la situación está "muy mal" por el crecimiento "exponencial" de los contagios en la tercera ola, que ha dejado también "un número dramático" de fallecimientos. La Dirección General de Salud ha notificado este jueves nuevos máximos de casos y fallecidos por la pandemia, con 16.432 positivos y 303 fallecidos en las últimas 24 horas.
Es la última medida de Portugal, triunfadora en las anteriores olas y arrasada en esta. Las imágenes de más de 20 ambulancias con enfermos de la Covid en cola, como si fueran taxis, esperando una cama libre a las puertas del hospital más grande de Portugal han dado la vuelta al mundo y no es para menos. Es el Santa María, en Lisboa, desbordado por una tercera ola devastadora que pone al límite del colapso otros centros como este de Cascais.
Las UCI en Portugal, al limite
Escasos de oxígeno, sin camas y con el personal sanitario exhausto, el director del hospital espera llegar pronto al pico de esta ola, muy preocupado además por las consecuencias en la salud mental del personal.
Es, como en España un intento de salvar vidas mientras se ganan camas. Aquí la siguiente plaza libre es la que deja Joao, que ha vencido al coronavirus y espera en breve ser dado de alta. "Quien está peor es mi mujer, dice" que tiene neumonía y lucha por su vida unas plantas más abajo. Es lo que ocurre con un virus que está destrozando familias, muchas de ella ingresadas de golpe.
Portugal con 10 millones de habitantes ha entrado esta semana en una fase terrible, según el primer ministro. La variante británica tiene una prevalencia del 20% 250.000 portugueses han caído enfermos en este mes de enero que encadena récords de fallecidos. La verdadera batalla de todas formas está en casa , aludiendo así a la responsabilidad individual en el cumplimiento de las medidas sanitarias para evitar contagios.
Las autoridades sanitarias estiman que hay más de 6.500 enfermos ingresados en hospitales, 782 en unidades de cuidados intensivos, y no ocultan su preocupación por la presión de los centros en ciertas zonas como Lisboa. La ministra de Sanidad, Marta Temido, ha exhortado a los hospitales de la capital a habilitar todas las camas de las que dispongan.
Solo en la región de Lisboa y Valle del Tajo se han notificado este jueves 8.621 casos nuevos y 142 fallecidos más por la COVID-19, por delante de los 4.057 positivos y 60 víctimas mortales registradas en la zona Norte. En el Centro, se han confirmado 2.736 casos y 66 muertes más en 24 horas.