Bill Gates pronostica cómo cambiará el mundo en la era poscovid
Cree que diremos mucho eso de ¿pero tengo que ir físicamente?
Más del 30% de los días en la oficina desaparecerán
Hasta que no haya una segunda ola de vacunas no habrá total seguridad
Bill Gates fue uno de los primeros en preocuparse por los daños que una pandemia podría provocar en la salud de la población mundial y la economía de los países afectados. Lo predijo y eso lo ha colocado en el centro de todas las teorías conspiranoicas. Más leña al fuego tendrán al saber que la fundación que el magnate empresarial e informático tiene junto a su mujer, Belinda Gates, está detrás de la alianza de la farmacéutica estadounidense (Pfizer) y la empresa de biotecnología alemana (BioNTech). Sí, las que van en cabeza en las vacunas.
La realidad es que tenía razón. No en vano ha dedicado gran parte de su inmensa fortuna- es el segundo ser humano más rico del mundo solo superado por Jeff Bezos- en intentar erradicar algunas de las enfermedades más terribles en África. Por eso está convencido de que será una segunda ola de vacunas la que nos ayudará a tener más tranquilidad ya bien entrado 2021.
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El lunes por la noche, el empresario fundador de Microsoft publicó su popular podcast junto a Rashida Jones en el cual no sólo habló sobre la actual crisis, sino también sobre las consecuencias que ella tendrá sobre la vida de personas y compañías. Titulado “¿Cómo se verá el mundo después del COVID-19?”, Gates ofreció un panorama sobre qué podría suceder a partir de estos cambios culturales en firmas internacionales y locales. "Mi predicción es que más del 50% de los viajes de negocio y más del 30 % de los días en la oficina desaparecerán", indicó el magnate.
Pero ¿tengo que ir físicamente?: una frase que pronunciaremos más
Al igual que la Segunda Guerra Mundial atrajo mujeres a la fuerza laboral y mucho de eso se mantuvo ahora el hecho de tener que movernos físicamente va a cambiar. Para Gates, esa tendencia se mantendrá incluso para encuentros más casuales o más rutinarias, como las reuniones de trabajo. “La idea de tener una cita con el médico o una llamada de ventas en la que solo se utiliza una pantalla con Zoom o Microsoft Teams cambiará drásticamente”, predijo el fundador de Microsoft, porque ya están trabajando en encuentros virtuales mucho menos drásticos.
Gates también cree que la presencialidad en las oficinas se reducirá muchísimo. La gente irá menos a la oficina. Incluso podría compartir oficinas con una empresa que tiene empleados que trabajan en días diferentes. La rotación de personal va a ser una constante.
La nueva modalidad laboral permitirá incluso redefinir la vida urbana, en las comunidades. Si uno no tiene la necesidad de estar en la oficina todos los días, esto le permitirá alejarse de los centros urbanos muy poblados, cuyos alquileres son -por la alta demanda- muy altos. "Creo que es posible que disminuya la cantidad de contacto social que se tiene en el trabajo, por lo que el deseo de tener mayor contacto social en su comunidad o con sus amigos por la noche podría aumentar porque si estamos haciendo mucho trabajo remoto, entonces nuestras ganas de socializar, nuestra energía para socializar después de dejar de trabajar, será un poco mayor. Podría cambiar un poco el equilibrio allí", comentó Gates.
A pesar de que la vacuna podría estar disponible para gran parte de la población en tiempo récord, considerando el desarrollo de otras para otras enfermedades, Gates cree que la normalidad tal como se conocía hasta inicios de 2019 no volverá por un gran tiempo. La gente, de acuerdo a su proyección, permanecerá temerosa de asumir riesgos si toda la población aún no está inmunizada. No le falta razón, en España, el último barómetro del CIS muestra que siguen en aumento los españoles que no se vacunarían inmediatamente de coronavirus. En concreto, así lo afirma el 47 % de los encuestados, una cifra superior a los 43,8 % que eran de esa opinión en octubre.
Sobre el uso de la mascarilla, reconoció su sorpresa por la gran polémica que ha generado: "No habría pensado que llevar mascarilla se iba a convertir en algo tan controvertido". Por último, el fundador de Microsoft considera que si bien podría haber otra pandemia, ésta no necesariamente debería ser tan severa como fue la del COVID-19, no seremos tan estúpidos una segunda vez.