¿Desde cuando usamos luces navideñas? Casi cuatro siglos de tradición que aquí te contamos
Informativos Telecinco
24/11/201812:50 h.La costumbre de usar las luces como decoración en estas fechas se remonta al siglo XVII en Alemania. En esta época aún no existían las bombillas como tal, por lo que la iluminación se realizaba con velas que se sujetaban con cera derretida o alfileres. Estas solo se encendían los días previos a la Navidad, debido a que era muy arriesgado colocar velas encendidas encima de un árbol. De hecho, las familias debían sentarse alrededor y vigilarlas constantemente con cubos de arena y agua cerca.
No obstante, para prevenir incendios con el tiempo se empezaron a usar farolillos que, además, protegían la vela y aumentaba su duración.
En 1908, las compañías de seguros ni siquiera pagaban por los daños causados por los incendios causados por árboles de Navidad, según explica el blog 'Resolviendo la incógnita'. Su exhaustiva investigación demostraba que las velas de cera encendidas poco aseguradas a un árbol seco dentro de la casa no eran seguras.
Cuando llegó la iluminación eléctrica, esta sustituyó a las velas. Para 1880 Edison ya había inventado su lámparas incandescentes, pero buscaba una manera de publicitarla. Para mostrar su invención usó las luces en la fiesta de Yule, donde se colgaron lámparas incandescentes en el Laboratorio de Menlo Park, de modo que todos los viajeros que iban en el tren pudieron ver el milagro de la Navidad.
Dos años después, Edward Johnson, un amigo de Edison, mostró el primer árbol de Navidad iluminado en su casa de Manhattan. El árbol, que contaba con 80 luces, era tan imponente como el árbol de Navidad de Charlie Brown.
En 1900, ocho años después de que General Electric compara los derechos de la patente para las bombillas de Edison, apareció el primer anuncio conocido de luces para el árbol de Navidad en la revista Scientific American. Sin embargo, estas luces eran tan caras que los anuncios sugerían alquilarlas más que comprarlas.
En 1925 existían 15 compañías en el negocio de la venta de luces navideñas y formaron un consorcio llamado NOMA Electric Corporation, el mayor fabricante de luces de Navidad del mundo. Aunque NOMA fue creada tres años antes de la Gran Depresión, su atractivo fue lo suficientemente grande como para salir adelante, convirtiéndose en un gran monstruo sinónimo junto con las luces de Navidad desde la Gran Depresión hasta el Movimiento por los Derechos Civiles. NOMA no solo promovía la visión de Edison, ya que trabajó para llegar a ser el fabricante más grande del mundo de bombillas, así como la mayor productora de decoración navideña.
Fue este consorcio el origen de los complementos de algunas de las luces que utilizamos actualmente. NOMA desarrolló las luces que cuentan con una colorida envoltura de plástico que guarda en su interior una bombilla que no se ve, mientras un vial con forma de vela con un líquido claro sobresale.
En 1968, la NOMA Electric Company dejó de fabricar luces. No obstante, se crearon las luces navideñas con las formas más estrambóticas conocidas, como pimientos picantes, flamencos, latas de cerveza o una versión en miniatura de la lámpara con forma de pierna de "Historias de Navidad".
Todas estas decoraciones se colocaban en los hogares y no fue hasta el siglo XX cuando las calles empezaron a forrarse con luces en esta épocas festiva, tal y como recoge Kréalo.
La era del LED
Actualmente la iluminación navideña consiste en largas tiras de LEDs de alta tecnología que, además de ser más efectivas, son mucho más ecológicas. Otra de las mejoras con la que cuentan es que antes si una de las bombillas se fundía todo el tramo de luces quedaba desconectado, pero ahora, en cambio, con las luces LED esto no ocurre.
Otras noticias que te pueden interesar: