Adiós a Ennio Morricone: Muere a los 91 años el compositor de músicas de películas inolvidables
El músico compuso la banda sonora de películas como Cinema Paradiso, por un puñado de dólares, Malena
Falleció en Roma después de sufrir una caída
Ennio Morricone (Roma, 1928-2020) ha muerto a los 91 años a consecuencia de una caída. El músico italiano autor de más de 500 bandas sonoras de películas, falleció esta noche en una clínica de Roma, ciudad donde vivía.
Ennio Morricone se había fracturado el fémur hace pocos días tras sufrir una caída en su casa. La noticia de su fallecimiento la ha dado su amigo y representante legal Giorgio Assumma en una nota: Se ha ido tranquilo en su fe". El maestro -añade el comunicado- hasta el último momento mantuvo "plena lucidez y dignidad".
El músico italiano compuso melodías inolvidables para películas como 'El bueno, el feo y el malo, Novecento, 'Cinema Paradiso', 'Érase una vez en Ámerica', 'La Misión', y era sin duda uno de los mejores compositores de la historia del cine.
Ennio Morricone fue nominado más de cinco veces a los premios Oscar por sus bandas sonoras. Sin embargo, consiguió su primera estatuilla a los 87 años, por la música de 'Los odiosos ocho', del director Quentin Tarantino.
Afirmaba Ennio Morricone, alabado autor de más de 400 bandas sonoras, que creó su música pensando en las historias y que nunca cayó "en el equívoco del cine convertido en una sala de baile".
Empezó estudiando trompeta
Nacido en Roma en 1928, se inició estudiando trompeta, el instrumento que tocaba su padre y el que dotó a sus composiciones de esos míticos vientos del sur puestos al servicio de los mejores realizadores, de Bernardo Bertolucci a Pedro Almodóvar, pasando por Gioseppe Tornatore, Oliver Stone, Terrence Malick, Quentin Tarantino o Brian de Palma.
Solo seis obras de su vastísima producción alcanzaron la nominación al Óscar y únicamente "Los odiosos ocho" (2016) la materializó, pero para entonces ya se había hecho más que acreedor de la condición de maestro en esa capacidad de llenar los oídos de imágenes y magia con trabajos como los de esta selección:
- "Por un puñado de dólares" (1964). Silbidos, látigos o gritos se mezclan con los sonidos de las guitarras, las trompetas y hasta el arpa de boca para una innovadora composición que marcó el estilo musical de los "spaguetti western" y dio a conocer al mundo el genio de Morricone.
- "El bueno, el feo y el malo" (1966). Con apenas un par de notas de flauta y de arpa, introduce al espectador en el ambiente de este mítico wéstern y hace que su banda sonora sea una de las más populares y reconocibles de la historia del cine.
- "El clan de los sicilianos" (1969). Morricone demostró con esta película que era capaz de adaptar su música a cualquier género y realizó una de las composiciones más bellas para una película de robos, ligera e intensa a la vez, sin olvidar sus característicos silbidos.
- "Novecento" (1976). Bernardo Bertolucci se rindió al genio de su compatriota, del que dijo que había compuesto "uno de los himnos más bellos de la historia del cine" para esta historia del proletariado italiano.
- "Días del cielo" (1978). La película maldita de Terrence Malick ha visto reconocido su valor cinematográfico con el paso del tiempo pero su música fue considerada desde el principio como una de sus mejores partituras y fue su primer trabajo nominado al Óscar.
- "Érase una vez en América" (1984). Magistral ejercicio del compositor, que creó estilos diferentes para marcar las diferentes épocas en las que se desarrolla la historia. Y no dudó en utilizar piezas ajenas, como la conocida "Amapola", para redondear una banda sonora que alcanzó cotas de belleza que se creyeron insuperables en aquel momento.
- "La misión" (1986). La consagración de Morricone con una complejísima BSO que supo captar todos los matices de esta historia de religión, de sacrificio y de abuso de poder. Épica en muchos momentos y delicadísima en piezas como "El oboe de Gabriel", una nueva demostración de la adaptación del maestro a las necesidades de cada historia.
- "Los intocables de Elliot Ness" (1987). El dramatismo de la lucha contra la mafia por parte de agentes federales en el Chicago de la Ley Seca queda reflejado en una música más clásica de lo habitual en las composiciones del italiano y que sirve de perfecto acompañamiento a la heroicidad de Ness y sus colegas.
- "Cinema Paradiso" (1988). Difícil de olvidar la imagen del joven Salvatore bajo la lluvia esperando a que Elena abra la ventana. O la del niño aprendiendo el arte de la cinematografía de manos de Alfredo. Sin la música de Morricone esas escenas no formarían parte del imaginario colectivo.
- "Malena" (2000). ¿Cómo captar musicalmente el amor platónico? Solo hay que escuchar la banda sonora de este filme de Giuseppe Tornatore para entenderlo. Tristeza, melancolía y esperanza a partes iguales se deslizan entre sus notas en una composición más sencilla y menos orquestal.