Los otros campeones del día a día que también merecen un Goya
El discurso de Jesús Vidal en la 33 edición de los Goya tras recibir el premio al mejor actor revelación por la película Campeones, además de emocionar, dio mucho que pensar. "Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad… Queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros”.
Inclusión y visibilidad es lo que pretenden desde el Proyecto Demos de la Universidad Pontificia Comillas, un programa en el que realiza la formación para el empleo de jóvenes con discapacidades intelectuales.
Noemí García Sanjuán es la coordinadora del programa y nos explica el efecto que ha tenido la película en sus alumnos: “Gloria Ramos, una de las protagonistas de la película de Fesser, fue una antigua alumna nuestra y otros de nuestros alumnos han participado de extras. Lo han vivido como algo muy impactante, se sienten muy identificados”
Dentro del programa Demos, los alumnos viven en un ambiente universitario muy integrados con el resto de los estudiantes de la universidad y según explica la coordinadora, “los alumnos de grado que trabajan con ellos descubren lo que pueden llegar a hacer y les sorprende, es una experiencia muy enriquecedora para todos”
Entre los estudiantes que participan en el programa se destaca en todos ellos “la capacidad de perseverancia, trabajo y tenacidad. Ponen mucha ilusión. También es reseñable la empatía, hay mucha generosidad y solidaridad. La competitividad que se ve en los grados entre los alumnos, aquí no se ve, no existe”.
Demos se divide en dos ramas profesionales, una relacionada con el ámbito de la tecnología y otra con el ámbito de la educación, y la inclusión en el mundo profesional es en algunos casos de gran éxito. García Sanjuán destaca el ejemplo de uno de sus antiguos estudiantes quien sufrió durante años bullying por su discapacidad, pero en la universidad encontró su espacio, un lugar donde se sentía respetado, y ahora trabaja para una importante empresa internacional.
“La universidad tiene un efecto muy positivo en ellos. En cualquier rama en la que se formen, son buenos. Teniendo la oportunidad de formarse, hay muchas capacidades”
Los discapacitados intelectuales han cambiado, ha cambiado su estilo de vida, se forman, trabajan, hacen deporte, son muy activas. La imagen de personas que depende para todo de sus padres ha quedado en el pasado, incluso ya viven solos en pisos tutelados o en pisos supervisados, donde pueden llevar una vida independiente.