El segundo programa de ‘Idol kids’ ha estado lleno de emoción y de talento. Solo seis de los 12 concursantes han pasado a la semifinal del programa, pero todos ellos nos han dejado actuaciones memorables.
Omar Montes ha sido el primero en dar su ticket dorado. Para ello ha escogido a Marc, un joven de 14 años con mucho estilo y una voz que pone la piel de gallina. Su interpretación de ‘That’s life’, de Frank Sinatra, ha sido espectacular y aunque el ganador de ‘Supervivientes’ ha reconocido que ese no es el tipo de música que le suele gustar, la actuación ha sido tan buena que ha tenido que darle el billete directo a las semifinales.
Ana Mena ha recordado su infancia gracias a la actuación de Leonor, que ha cantado la copla ‘Torre de arena’ sobre el escenario de ‘Idol kids’. Precisamente esa canción de Marifé de Triana fue una de las primeras que Ana Mena cantó en televisión.
A la intérprete de ‘Música ligera’ le encantó la actuación de Leonor y decidió darle su ticket dorado. Además, cantaron juntas sobre el escenario de ‘Idol kids’ un fragmento de la copla, haciendo gala de sus vozarrones y protagonizando un momento muy emotivo.
En manos del público estaba decidir qué otros tres concursantes pasarían a la semifinal del programa. En el primer lugar del ranking colocaron a Mario Márquez, un joven artista que ya es conocido en Andalucía y que quiere ser famoso en toda España. Cantó ‘Niña piensa en ti’, de Los Caños. Tan bien lo hizo, que Dioni llamó a su amigo Kiko (el cantante de Los Caños) para mostrarle el arte del joven Mario.
El segundo elegido por el público fue Fran López. El participante de 14 años tiene el sueño de llegar "tan diva como Ariana Grande" así que ha empezado su camino sobre el escenario de 'Idol kids'. El poderío y la actitud no le han faltado, así que conquistó a todos con su fuerz. Además, también mostró sus dotes customizando muñecas. Una de ellas fue para Ana Mena, que alucinó con el regalo.
El tercer puesto del ranking lo ocupó José Campos, un 'idol' que Omar Montes ya conocía porque es de su barrio, Pan Bendito (Madrid). El cantante ya había podido disfrutar de su arte e incluso le invitó a participar en uno de sus videoclips. El público y el resto del jurado también reconoció que el talento corría por sus venas y le premió con la puntuación suficiente para colarse en el ránking final.