Finalizada la estrecha relación entre Klara (la joven asesinada) y su dos amigas Iria y Raquel (sus futuras asesinas), el diario de Iria especialmente deja a entrever sus ansias de matar a alguien y su perfil psicópata. Además, tanto ella como Raquel enviaron cartas a José Rabadán, el famoso asesino de la catana que, por entonces, se convirtió en el mayor ídolo de estas pequeñas asesinas.