La noche que Alyson, Daniela e Irma Soriano imaginaban como la noche de la gran final de ‘Gran Hermano VIP 5’, han comenzado con la visita sorpresa de sus familiares a la casa. Alyson llevaba desde el jueves imaginando cómo estaría viviendo su experiencia en Madrid y en la televisión y se ha llevado su mayor alegría en el reality al reencontrarse con su madre en la sala de expulsión.

La concursante estaba divirtiéndose al ver imágenes de ella de pequeña y de repente se ha encontrado con su mamá y ha estallado de alegría. Los ojos de ambas se han llenado de ilusión y de amor verdadero. La mamá de Alyson le ha explicado que estaba delante de una mujer, que estaba muy orgullosa de su paso por el concurso y sobre todo de su honestidad. Alyson tienen un montón de preguntas que hacerle a su madre pero sobre todo la VIP ha tenido la sensación de que le da igual ganar o no ganar porque tiene a su madre al lado y eso es lo único que le importa.

Por su parte, Daniela no se lo ha pensado dos veces y ha saltado de sus tacones para salir corriendo a abrazar a su querida prima Deyanira. Las jóvenes se ha fundido en un eterno abrazo repletas de felicidad. Deyanira le ha confesado a Daniela que no se ha perdido uno de sus blogs y que sentía admiración por su comportamiento. Entre risas, pero siendo muy sincera, Daniela le ha confesado a su prima que lo está pasando mal: “Estoy a punto de volverme loca”.

Los minutos iban pasando y a las finalistas de ‘Gran Hermano VIP’ les ha parecido raro que Jordi González fuera a comunicar la decisión de la audiencia en la sala de expulsión y no se equivocaban. El presentador les ha comunicado que tenían que esperar hasta el jueves 13 para saber cuál de las dos era la ganadora del concurso, que ahora sí, entra en su recta final. Las finalistas no podían cerrar la boca y han llegado a tirarse al suelo de la desesperación de tener que esperar cuatro días para volver a su vida y saber quién de las dos gana la batalla.

Las finalistas estaban raras con el cambio de fecha de la final y no podían ni imaginar lo que acababa de pasar en plató, ni mucho menos que iban a pasar la noche en compañía de Marco y Elettra.

Jordi González le ha comunicado a Emma Ozores, Elettra y Marco que podían regresar a Guadalix para pasar una última noche. Marco le ha explicado al presentador que más que hablar con Alyson, quería escucharla porque tenía la sensación de que no había sido sincera del todo con él y a Aylén no le ha hecho mucha gracias. Jordi ha bromeado con ella diciéndole que podían salir juntos de fiesta para que no se quedara sola y ella ha vuelto a sacar sus celos a reducir, consiguiendo que Marco no regresara con libertad a la casa de ‘Gran Hermano VIP’: “Hay tantos españoles guapos que no me importa”. Aylén asegura que no está celosa, pero que le molesta que Marco no hubiera sido más tajante a la hora de hablar de su gran amiga Alyson.

El momento de las reconciliaciones y el perdón

Daniela ha entrado en el confesionario y se ha llevado un susto de muerte al encontrarse cara a cara con Elettra. La VIP tampoco esperaba la rápida llegada de Daniela y han protagonizado unos minutos en los que único que hemos sentido ha sido la tensión. Daniela estaba muy nerviosa, deseando saber qué iba a pasar y Elettra le ha puesto más nerviosa todavía contándole que Marco y Emma también estaban en la casa y que fuera las cosas habían sido muy regulares. Elettra no podía darle más detalles, pero la curiosidad ha llevado a Daniela a pedirle que siguiera contándole cosas aunque fuera a medias.

Alyson se ha perdido la entrada a lo ‘Ghost’ de Marco en la casa de 'Gran Hermano VIP', pero en el momento que le ha visto ha saltado a sus brazos. Marco ha bromeado con ella haciéndole pensar que le iba a nombrar ganadora del concurso, pero Alyson estaba superada por la vergüenza porque pensaba que Marco acababa de ver el vídeo en el que ella nos mostraba su corazón y ha respirado tranquila cuando se ha dado cuenta de que él todavía no sabía nada del asunto. Los amigos han recordado con mucho cariño el momento divertidísimo que vivieron cuando Aída se convirtió en el sargento de Guadalix.