Tras la última fiesta Zeus y Susana decidían irse al baño para tener algo de intimidad y poder hablar sin "miradas indiscretas". La modelo notaba que algo ocurría con su amigo y que había algún detalle que no le contaba, algo que se estaba guardando.
Tras insistir mucho y animarle a que se abriera con ella, el hijo de Sara Montiel se armaba de valor y, tras darle varias vueltas, se atrevía a contarle a su compañera de concurso cuáles eran sus verdaderos sentimientos:
"Me pongo muy nervioso, me cuesta mucho expresar lo que siento, lo que pienso, pero todo está bien". Susana intentaba ser comprensiva y le respondía que se tomara su tiempo, que no había prisa, pero que no le dijese que todo estaba bien porque su cara le delataba.
"Pues que me gustas un poco y sé que tú no sientes lo mismo, no estamos equilibrados a la misma altura, lo entiendo perfectamente y no quiero que te sientas incómoda (...) Yo estoy más arriba que tú, nunca había sentido una conexión como esta, a mí los rollos no me gustan, no soy tan superficial, yo por lo general prefiero conocer a la persona (...) Si pasa algo genial, si no pasa nada pues no pasa nada, yo te lo digo pero no quiero que nuestra relación cambie, yo lo acepto".
Susana contestaba con jarro de agua fría preguntándole a su amigo si necesitaba distancia:
"Si quieres me alejo, no quiero que sufras, yo te tengo muchísimo aprecio, muchísimo cariño".
Sin embargo, la modelo dejaba algo parecido a una pequeña puerta abierta:
"Yo no tenía pensado tener nada con alguien aquí, pero nunca se sabe, hay gente que no te llama la atención de primeras y te gana poco a poco (...) Eres un apoyo muy grande, pero es que no te puedo decir nada porque no lo sé".
Zeus, ya más tranquilo, reconocía que tiene inseguridades y que abrirse con ella ha sido realmente complicado:
"No pasa nada, lo entiendo, me ha costado mucho abrirme, yo tengo muchas inseguridades, por eso no quiero pasarlo mal".
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