Han repetido hasta la saciedad que se quieren como hermanos y que son un apoyo dentro de la casa el uno para el otro. Sin embargo, el roce hace el cariño y es posible que dos personas con personalidades tan diferentes: el torero paciente y la alocada hawaiana, hayan pasado a un plano diferente.
Después de que ella le dijera esta frase: “Te debería estrujar y comerte como un melocotón en almíbar”, los dos se han metido debajo de un edredón. Más tarde, han tenido una conversación en clave:
Luis: “¿Crees que tienes algo por lo que agobiarte?”
Paula: “Sí, pero por no poder decirlo”
Luis: “Si no se puede hablar, no pasa nada”
Paula: “Yo quiero expresarlo y, al no hacer, es como si engañara a todo el mundo”
Paula quería expresarse, y lo ha hecho. Realizando la prueba, en voz baja, le ha dicho a Luis: “Me encanta tu forma de ser, de hablar, de expresarte y de reír. Me enamora”.