La relación entre Meritxell y Alain está condenada al fracaso y cualquier comentario es motivo de trifulca. Según Meri, el francés no es deportista, practica deporte pero no es deportista… algo que a Alain ha terminado por desquiciar. “Me cuesta mucho aceptar ciertas cosas. Además, a Adara y a Bea les ha ido tan bien, me alegro un montón, pero pienso que soy una pringada, a mí me va fatal todo”, asegura Meri en el confesionario.