Mientras los compañeros pensaban que tenían que estar todo el día bailando para superar la prueba, Bea, Bárbara y Adara sabían que la prueba se superaría si se aprendían las letras de sus canciones. Ninguna de las tres fue capaz de cantar más de una estrofa seguida y acabaron perdiendo la prueba para disgusto del resto de la casa que no dudó en echárselo en cara.