Besos en el cuello, abrazos, bailes y juegos de seducción. Pol y Miguel se lo están pasando en grande dentro del apartamento, pero Adara, desde la casa, no puede parar de pensar en qué estará pasando entre ellos. La ilusión de Adara era felicitar a la madre del luchador, algo que no ha podido ser. En cambio, Miguel sí ha tenido la oportunidad de hacerlo junto a Pol.