Tras su expulsión, Alfredo se ha dado cuenta de la doble moralidad de Fran pero, antes de juzgarle, quiere tener una conversación con él fuera de la casa: “Yo sé que está jugando a dos bandas pero a mí me ha apoyado en todo momento y, que yo sepa, aún no le he oído decir nada malo de mí. No tengo nada contra él y esperaré a que salga para que hablemos”.