Alejandra ha calificado a Vitín de pesado, amargado y aburrido. Y todo por una broma, que al final ha acabado en algo más serio. Entre las primas y Vitín ya no hay lugar al cachondeo. Tras el malentendido, Alejandra intenta pedirle perdón, pero Vitín sigue en sus trece y les avisa que si vuelven a nombrar a su madre, aunque sea en un contexto de broma, no responde.