A Juan le salió bien la jugada de exponerse en lugar de Daniela. Porque anoche fue salvado y porque Daniela le ha dicho que no lo nominará en lo que queda de concurso para agradecerle lo que hizo por ella. Ahora queda cumplir la palabra. Maica también ha sido salvada, aunque la alegría de la noche para ella pudo ser esto o pudo ser ver de nuevo a Tommaso. Veremos de qué habla antes hoy.
Fue una noche de lágrimas para muchos concursantes. Recibieron cartas y regalos de sus familiares, además de ver la curva de la vida de Ruvens, con episodios muy poco amables que calaron en sus compañeros. Esta noche tendremos una nueva dosis de llantos de mano de los que quedan por recibir palabras de sus familiares. Está bien pensado, que luego el jueves cambian las tornas en la noche más terrorífica del año.
Dicho esto, conectamos con la casa. Descubre aquí la última hora de la casa de Gran Hermano.
"No soporto la autoridad que os creéis que tenéis los dos, comentando de todo y de todos como os da la gana, todo el día cuchicheando y se que también lo haces de mi. El comentario que he escuchado tuyo me ha sentado muy mal y a ti ya te da igual todo porque estas bajo el resguardo de Ruvens, y yo ya estoy cansada. Siempre es lo mismo contigo Óscar", asegura Maica a Óscar y él responde que "tiene que andar con pies de plomo con ella". "Tu no andas con pies de plomo con nadie", asegura Maica. "No te hemos dicho nada para que te pongas así", dice Ruvens y Maica asegura que "sus comentarios están de más". "Pues no comentes tu tampoco", sugiere Ruvens y Maica responde: "Yo comento y hablo de lo que me da la gana porque esta es mi casa, ¿te queda claro? La diferencia es que yo no cuchicheo y no falto al respeto como si haces tu Ruvens".
"Tu comentas según te conviene que es distinto, unas veces parece que tiene 15 años y otras 25", dice Ruvens y Óscar añade: "Es es eso, son 25 años...". Óscar y Ruvens se alian más que nunca como cómplices y son capaces de ir contra el que haga falta, nada queda de sus rencillas del pasado. Visto y demostrado.
"Maica se aprovecha de ti lo más grande y hace contigo lo que quiera. Es mas lista que una raspa pero por eso me he levantado yo ya, para que no hiciera el lío. No hay que fiarse de ella", dice Ruvens cuando Óscar llegar a la habitación y hablan de la discusión con Maica.
El viaje a Italia le ha cundido bastante a Maica, que parece haber vuelto enamorada de Tomasso, uno de los concursantes con el que convivió durante una semana durante su intercambio con ‘Grande Fratello’.
Los concursantes conocen la nueva prueba semanal en la que unos serán vampiros (tendrán que vivir de noche) y otros humanos (tendrán que vivir de día). El Súper pide a 5 vampiros y Laura quiere que sean los de la habitación azul. Ruvens asegura que Óscar y él son los que siempre se quedan despiertos por las noches. Laura pide que no se eche a suertes porque ella quiere ser vampiro junto a Manu. "Si yo soy vampiro y tu eres humano no coincidiremos en todo el día", dice Laura. Violeta, Nerea y Edi también quieren ser vampiros y piden que se echen a suertes.
Laura hace caso omiso y dice que no, "que los vampiros con ella, Manu, Óscar, Ruvens y Jorge". "Yo no me voy a separar de Manu, le guste a quien le gusta, es lo que hay y punto", asegura tajantemente Laura. "Si todo el mundo quiere tiene que ser a suertes, sed maduros", aconseja Adrian. "Yo flipo de verdad, por narices tiene que ser lo que ella quiera, lo mas justo es a suertes", asegura Edi pero Laura pasa olímpicamente. Finalmente y tras una discusión en la que no se ponen de acuerdo porque Laura no da su brazo a torcer, Edi y Juan lo echan a suertes. Al final salen los mismos y Laura dice: "Hombre, venga ya, que ni para echar a suertes valemos. Con lo sencillo que es, no queríais suertes pues suertes, ya está, que parecéis niños pequeños" y Edi responde: "Eres tú la que no querías echarlo a suertes, ahora no le des la vuelta a la tortilla". "¿Ya estáis conmigo otra vez? Siempre tengo yo la culpa de todo ¿no?", sigue Laura. "No es nada nuevo Laura", añade Edi.
Soy Berto González y relevo a mi compañera Ada con el minutado. Seguimos conectados a la señal GH 24h en la que los concursantes almuerzan en el comedor mientras hablan de la gala de Halloween de mañana. "Si no viene alguien conmigo yo no lo hago", asegura Laura. "A mi me da miedo y pánico, y cada año se ve que lo hacen peor", comenta Violeta. "Yo me quedo quieta y no me muevo", sigue Laura y Manu responde: "Con vosotras dos la gala terminará el domingo con El Debate".
En el jardín, Manu le relata a Laura la historia de ellos dos en la que son muy diferentes, pero se quieren mucho y el tiempo en Gran Hermano ha hecho que unos días parezcan un año.
Está la comida. Laura y Nerea entran a la casa donde algunos ya se van sentando a la mesa.
Y con esto, le paso el minutado a Berto. Por mi parte, mañana más.
Nerea habla con Violeta en el baño. Le dice que Luis es consciente de que están en la casa y no se molesta por cosas cuando en la calle sí le molestan. Dice que ella va a hacer lo mismo y va a fingir que no le afectan las cosas. Pero le molestan. Y se pregunta por qué Luis sigue haciendo cosas que ella le ha dicho expresamente que le molestan. Y como ejemplo de lo que espera de Luis, explica que ella cortó cuando Manu le hacía cosquillitas en la pierna y que se alejó de él para no despertar celos ni nada similar.
Violeta le aconseja que haga caso a su madre y le pregunta también si está diciendo que Luis está comportándose en la casa de manera falsa.
Al poco llega Luis al baño y abraza a Nerea con un "te quiero".
Violeta, Nerea y Jorge van a hablar a solas en la mesa del comedor. Violeta le pide disculpas a Jorge. Le dice que desde ayer está de mala leche y lo ha pagado con él. "Te quiero mucho", añade. Jorge acepta las disculpas. Y después, muy amablemente, les dice que si les ha encomendado la misión del pan a ellas, es porque confía en ellas. Y por eso las disculpa que esta noche no hayan hecho el pan porque se acostaron tarde, etc, pero les pide que a partir de ahora, el pan tiene que quedar hecho por la noche para que por la mañana haya pan y no quejas. Violeta y Nerea aceptan la orden sin rechistar, de lo suave y amable que se lo explica. Y Violeta le pide disculpas de nuevo. "¿Te has enfadado?", pregunta. Jorge le dice que no, pero que no le gusta que le hable así. "Te quiero mucho", repite Violeta. "Y yo", responde él.
Laura sale al jardín al encuentro de Manu. Manu le da mimos y le dice que tienen que estar tranquilos y llevar las cosas bien ahora que saben que fuera está todo bien. Le dice a Laura que sólo se lo quería decir, ella dice "vale" y los dos se abrazan. Después Laura entra en la casa y Manu se queda barriendo las hojas.
Lucía y Daniela han ido a echar un vistazo a la cocina. Jorge está ayudando a Nerea y Violeta con el pan y la cosa mejora. Visto esto, Lucía y Daniela van a la lavandería y hablan de que Ruvens está diciendo que Óscar no se va a ir. Lucía no entiende como hay gente que se maquilla y deja sus cosas sin recoger. "Tía, que te lo pueden quitar", advierte a esa incauta y confiada desconocida.
Llega Maica. Ha pedido que su madre le envíe leotardos, pero no se ha dado cuenta de decirle al Super que ella quiere "leotardos de encaje". Dice que su madre se preocupa mucho del frío y "seguro que me manda de esos polares".
Tragedia.
Después le dice a Lucía que Laura ha preguntado quién había limpiado el tocador porque estaba derramado su aceite para el pelo. Maica le ha dicho que había sido Lucía y que había sido un accidente. "Mentira", dice Lucía. Y explica que el aceite estaba ya derramado y ella simplemente lo ha dejado como estaba porque sabía que era de Laura. Maica le aconseja que se lo diga a Laura.
Lucía se queja en la lavandería de que es muy tarde y aún no han empezado a hacer la comida. Daniela opina en la misma línea, pero no va a decir nada, dice. "Yo sólo he dicho lo del pan porque es lo que me interesa", añade. Y Lucía entra a la queja. Dice que si no quieren hacer el pan para que ellas tengan en el desayuno, pues que se hubiese comprado el pan, aunque tocaran a menos.
A Maica lo que le preocupa es la mesa, que nadie la había limpiado y lo ha tenido que decir.
Después salen las tres al jardín. Manu está barriendo las hojas con la música a todo volumen. Les pregunta por los gritos. Maica dice que no ha oído nada y Daniela no suelta prenda.
Manu va a despertar a Laura y le da mimos y besitos y de momento no sabemos si saben lo que se ha gritado.
"Buenos días", le dice Manu. "No", responde ella. "Chiquilla, esa cara de enfurruñada, esa cara de enfado", le dice. Y le canta "buenos días por la mañana".
Cuando Laura ya da señales de empezar a amanecer, Manu le dice que ha habido gritos. "Han dicho Ruvens. Y también Laura. Pero no se nada", le dice.
Y así queda por ahora.
En la cocina Nerea les dice a Daniela y Violeta que ella ha escuchado muchos nombres, pero no el contenido de los gritos. "Han dicho algo de Laura", dice Luis saliendo del almacén. Daniela repite que ella no ha oído nada y desvía la atención: "¿no os tenéis que poner nada en las manos para que no se os pegue?", le parece difícil esto del pan. Violeta y Nerea, mientras amasan, le responden que sólo harina.
En el vestidor Maica relee el contenido de su carta mariposa.
Violeta va a despertar a Nerea y les pone al día a Jorge y a Nerea sobre el asunto del pan. "Qué pesadas, tía. Que ellas quieren el pan para desayunar. Y se han puesto a hacerlo ellas", dice. Jorge le dice que vaya ella y lo haga ella, pero Violeta le pide ayuda.
Al final están Luis, Nerea y Violeta tratando con el horno. Violeta sigue protestando: "tía, que lo querían hacer ellas". Juan mira todo con cara de dormido y pregunta si han oído lo que han gritado. "Yo no he oído nada", dice Violeta sin mentir. Juan no ha hecho la pregunta correcta.
Lucía está organizando su armario y llega Daniela seguida de Violeta. Dice que ha escuchado a la perfección lo que han ido a gritar porque estaba meditando fuera. "Han dicho: Laura, abre los ojos con Manu. Manu, fuera", repite Daniela. "Pero no lo voy a decir", dice también, porque le parece que puede hacer daño. A Violeta le parece "muy fuerte" y a Lucía también que griten eso.
Después hablan con Violeta. El pan aún está fermentando. Violeta responde que si lo hace la noche anterior, se queda como una piedra y que Jorge le dijo que lo hiciera por la mañana. Además, es para comer y da tiempo, les dice. "Ya, pero nosotras lo queremos para desayunar", explican Daniela y Lucía. Le hacen ver a Violeta que hay una diferencia muy grande de horas desde que ellas se levantan hasta que se levanta el resto. Deciden decirlo a mediodía para buscar una solución mejor para todos.
Edi y Óscar vuelven a Vanessa. De forma en apariencia colateral, pero Vanessa es línea central. Cuenta Edi que en cierto momento le preguntó a Silvia si prefería a Javier con Vanessa o sin Vanessa. Y dice que a Silvia, aunque le costó bastante responder, escogió "sin Vanessa".
Óscar recuerda la queja de Vanessa del "machaque continúo" y Edi replica que eso era una manera de hacerse la víctima. "¿No ves que nos tenías a todos hasta aquí?". Aunque también opina Edi que si siguen hablando de ella, lo que están haciendo es "calentándole la repesca". Así que corta la conversación de inmediato y se va a mirar cómo van las masas de pan.
No tiene mucha fe en ellas.
Mientras Maica limpia el baño en profundidad, Edi y Óscar comentan que la ven como finalista, si no ganadora.
Óscar le habla también de su trabajo, cómo se organiza, etc. Confiesa que lo mejor que puede hacer él es vivir en un pueblo, porque si no podría acabar saliendo de jueves a domingo. Edi le dice que él tiene responsabilidades por encima de, por ejemplo, decidir irse a vivir una temporada a otra ciudad.
En la cocina Óscar y Edi hablan de Vanessa. Edi dice que es la villana de la edición y está seguro de que si hay una repesca, entrará Vanessa. Pero le da igual, asegura. Y a Óscar también. Dice. Y añade que si fuera una villana divertida, lo toleraría mejor, "pero es que encima es aburrida".
En el baño Lucía le comenta a Maica que no entiende cómo se puede vivir hablando todo el rato mal de la gente. "Siempre que le escucho está hablando mal de alguien", dice Lucía hablando no bien de otro alguien. Maica sale del asunto con un "ah, no le he escuchado" y con un "de todo tiene que haber en esta tierra".
Lucía y Daniela salen de nuevo al jardín con Maica y Óscar. Pero en cuanto se vuelven a quedar a solas comentan de nuevo asuntos varios de Óscar. Opinan que todo lo que dice es para dejar mal al otro. "Pero hasta con Maica", inciden. Daniela está segura de que "ese seis dos es suyo".