Vanessa ha tenido una gala de 'Gran Hermano' muy complicada este domingo. Y es que detrás de la gallega se han colocado hasta un total de seis concursantes durante los posicionamientos y eso, sumado a tensos enfrentamientos que ha tenido con algunos de estos concursantes (por no decir todos) ha acabado con la pareja de Javier derrumbada y completamente destrozada. Algo que Javier ya señaló en el confesionario hace pocos días: "¡No se puede estar contra una persona!", aseguraba el gallego.
"Siento muchísima impotencia en esta casa. No todo sirve, no todo vale. Todo ha llegado a unos límites que no puedo", señalaba Vanessa, con los ojos envueltos en lágrimas y casi sin poder hablar. "Se me cuestiona todo lo hago. Si respiro porque respiro, si hablo porque hablo, si me levanto porque me levanto o si hago la prueba porque la hago. Se me está cuestionando y machacando constantemente hacia mi persona", añadía.
Además, confesaba estar muy hundida y cansada: "Dicen que hago esto para dar pena. ¡Estoy hecha una m*****! Creo que eso no se le hace a nadie, lo siento". Vanessa resoplaba una y otra vez y señalaba que se le está haciendo muy difícil su estancia en el programa. "Se me hace muy difícil. No es mi intención llorar, pero no puedo controlarlo", comentaba Vanessa.
Pero estas lágrimas de la concursante no eran suficientes para Edi, con quien ha tenido más de un enfrentamiento en la casa: "Yo entiendo que cuando hay momentos de tensión, uno se puede venir abajo. Pero si una persona tiene conflicto con toda la casa, igual tiene que mirarse un poco por qué existe ese conflicto. Aquí hay formas de ver las cosas diferentes y hay actitudes que no corresponden con una convivencia sana". Además, según Edi, Vanessa solo dice "argumentos vacíos" y dice que se siente atacada cuando es ella la que ataca a todo el mundo.
Óscar lo tenía claro a la hora de posicionarse, y más después de la marcha de Maica de la casa debido al intercambio. "No estoy para discutir, quiero que se vaya ella y ya está", confesaba el concursante vasco. La gallega lo aceptaba, pero señalaba lo siguiente: "Se trata de que si me está atacando constantemente no le voy a contestar correctamente. Me canso. Me traicionaste...". Óscar, por su parte, le sacaba cosas del pasado: "Me utilizaste".
Ruvens era otro que se posicionaba detrás de Vanessa. Lo primero que decía el director de cine es que lo que no podía hacer Vanessa es decir que se la machaca cuando es la primera que "dispara para todos los lados": "Así no va el juego". Además, señalaba alguna incongruencia de la gallega, que rápidamente saltaba: "Tendré derecho a hacer lo que quiera. Esto es un acoso y derribo constante". "Ahora toca el rollito de víctima, quien quiera que se lo crea", apuntaba Ruvens.
Cuando llegaba el turno de Manu, pasaba algo parecido que con los anteriores posicionamientos. El concursante gaditano se sinceraba y, tras ponerse detrás de Vanessa, aseguraba que es "una persona que me incordia mucho": "Dice palabras vacías para defenderse y el último papel que estamos viendo me parece de broma". Vanessa no daba crédito: "No he tenido nada contigo ni ninguna discusión".