La primera noche de fiesta en 'Gran Hermano' va dejando grandes momentazos. Los concursantes empiezan a tener más confianza, se sueltan delante de sus compañeros y otros aprovechan este ambiente para mostrar sus sentimientos hacia aquellos por los que sienten atracción.
Maica y Manu Vulcan se mostraron muy cómplices durante toda la noche, dejando al resto de compañeros con la boca abierta cuando les tocó bailar en el césped. Ambos compartían miraditas, bailoteos, se cogían de la mano y no paraban de sonreír como si fuesen adolescentes. Pero, para saber el 'tonteo' que hay entre ellos nos tenemos que remontar a horas antes de la fiesta.
Antes de que el Súper diera el pistoletazo de salida de la fiesta, los concursantes hicieron su ritual de belleza y todo comenzó por una ducha. Para ahorrar tiempo, Adrián empezó a meterse bajo el agua, luego Vulvan y a continuación llegaron Maica y Laura.
Sin embargo, el momentazo llegó cuando se quedó el DJ en la ducha junto a sus dos compañeras. Él estaba en bañador y ellas llevaban puesto el bikini. Mientras se esparcía el gel por el cuerpo, hubo un momento en el que Vulcan abrió el bañador... ¡y pilló a su compañera Laura observando! El concursante, riéndose, dice: "¡Pero qué miras tú!". A lo que ella contesta: "Te empiezas aquí a tocar el nab*, te abres, pues qué quieres".
Maica, que tampoco quitaba ojo de Manu, le dice: "Yo también te lo he visto un poco todo, si es que te has puesto así muchacho". Al decir esto, Vulcan se pone más vergonzoso y le dice: "¿Si?". Maica: "Estaba así con la esponja y de repente veo... ¡pumba!". Tras esto, siguieron los dos con el tonteo y siguen con la ducha: "A ver cuando te has visto en otra".
La fiesta llegó por la noche y la complicidad entre Maica y Vulcan fue a más. Los concursantes bromearon sobre lo ocurrido en la ducha y empezaron a dejarse llevar delante de todos sus compañeros. Aprovecharon la coreografía para bailar juntos, cogerse de la mano y agarrarse de la cintura. Cada vez se les veía más cómodos y no podían quitarse la sonrisa de la cara.
No se separaban, de hecho cuando se sentaron junto al resto de compañeros en el sofá, Maica y Vulcan estaban sentados uno al lado del otro. No se separaban. Además, se podía ver cómo cada uno estaba pendiente de lo que hacía su compañero. Una conexión que parece ir consolidándose.
Mientras todos los concursantes estaban charlando, bailando y centrados en un tema de conversación, Maica y Vulcan parecían estar en otro planeta, no paraban de hablar sobre cosas que sólo entendían ellos. Se lanzaban miradas, gesticulaban de forma muy cómplice y pasaron gran parte de la noche estando algo aislados de sus compañeros.