Una banda esperaba a Hugo en el escenario. Él solito ha avanzado con paso firme hasta su tambor a través del pasillo que le hacía la orquesta y, aunque la señal se ha hecho un poco de rogar, ha empezado en el momento justo.
Como ya hizo con su primera actuación, el pequeño nos ha dejado asombrados ya que con solo dos años toca el tambor y sigue el ritmo a la perfección, sin dudar. Ni un picor de oído (como le ha ocurrido) puede despistarle. Su padre, como él mismo nos decía, estaba más nervioso que él y corría a su encuentro nada más sonar el último toque.
¿Cómo lo ha visto? “Bien”, nos decía Hugo ya en brazos de su padre, emocionado. “La primera vez flipé viéndote, la segunda todavía más… ¡Estabas rascándote la oreja y tocando el tambor!”, gritaba Dani Martínez, Paz Padilla destacaba la ilusión de su padre, el mérito de Hugo y pedía un pase de oro.
Risto tenía algo que decir a su padre y es que cree que su hijo tiene un don y Jesús Manuel tiene una “responsabilidad” con este talento: “La naturaleza le ha dado ese don pero tú tienes una responsabilidad con ese don, su educación, su cariño… De ti depende que además de talentoso acabe siendo un ser humano feliz. Estaré vigilándote, papá de Hugo”.
La actuación del pequeño ha sido grabada unas horas antes del inicio del programa para que Hugo pueda irse a la cama a su hora y, ya de vuelta en el directo, el jurado lo ha tenido claro: “Lo de Hugo no lo había visto nunca y tengo la sensación de que no lo volveremos a ver”, decía Risto; “es único e irrepetible”, le daba la razón Edurne y los cuatro presionaban el pulsador: ¡Pase de oro a la final!