Adolfo Masyebra es muy sincero en su carta de presentación: “Mi espectáculo es una experiencia mental totalmente diferente que nunca se ha visto en televisión en España, soy la única persona que la realiza. Soy un mentalista tele empático”. Ahí es nada.
El mentalista deja claras cuáles son las tres reglas que todos deben seguir durante su actuación: escucharle, seguir sus instrucciones y no interrumpir. Para el show pide la colaboración de Dani Martínez, quien sube al escenario para acompañar a Adolfo.
Adolfo ha conseguido que Dani hiciera algo imposible, que es beber vinagre sin poner mala cara. ¿Cómo lo ha hecho? A través de la hipnosis. Dani se pensaba que estaba bebiendo otra cosa. Al descubrirlo, una vez acabado el show, ha alucinado.
Ha conseguido dejar sin palabras a Edurne y a Risto Mejide, algo que para él es muy gratificante. Y es que a Risto le ha costado entender que todo eso hubiera sucedido realmente y hasta le ha llegado a preguntar a Dani si él y Adolfo se conocían anteriormente.