Paul Henry se cuela en la mente del jurado y adivina todo lo que están pensando

Paul Henry es un mentalista de treinta y un años con una mente analítica brillante, la cual dedicó a estudiar los números (concretamente, Física y Matemáticas): “Yo, en mi día a día, me dedico, básicamente, a ser analista de datos. Trabajo con números, buscando estadísticas y patrones detrás de ellos y es un poco similar a encontrar patrones en las personas”, nos cuenta antes de su actuación en las cuartas audiciones de ‘Got Talent España’.

Y es que, Paul Henry lleva este análisis de datos y de personas a su show. Al iniciar su actuación, le pide a Florentino Fernández que piense en su carta favorita de la baraja de póker y que, además, piense en el nombre de una persona con la que va a hablar próxima semana. Escribe el nombre de esa persona y abandona unos segundos el teatro.

Tras esto, Paul Henry adivina un número de dos cifras que ha pensado Paula Echevarría. Todos alucinan, pero aún quedaba por resolver el enigma de Flo. Para ello, el mentalista pide la colaboración de Tamara Falcó y, junto a Flo, se vive un momento inolvidable. Para rematar este espectáculo, Paul Henry adivina el nombre que ha escrito Florentino anteriormente.

La valoración del jurado para Paul Henry

El jurado ha quedado realmente impactado con todo lo que ha vivido durante el show de este mentalista. “A veces, por regla general, los mentalistas son un poco espesos. Agradezco tanto a alguien como tú, tan fresco, rápido, eficaz, ameno, divertido y con resultados excelentes, ¿qué más puedo pedir?”, han sido las palabras de Paula Echevarría. ¿Logrará una valoración positiva por parte de todo el jurado?

Risto Mejide ha disfrutado mucho con el show, pero siente algo de celos porque Paul no le ha hecho partícipe de su show. Y es que sus compañeros han tenido algún papel en su actuación, pero él no. Es por ello por lo que vota que, para él, es un ‘no’. Tras esto, el mentalista interrumpe las valoraciones y le pregunta a Risto que si tiene en la mente algo relacionado con Valencia, lo que provoca la sonrisa de Risto y una euforia colectiva en el teatro. ¿Logrará hacerle cambiar de opinión?