Belén Devesa lo tiene claro: su gran pasión es la música y quiere que cantar se convierta en su profesión. Aunque Belén es camarera entre semana, los fines de semana Belén canta en eventos como bautizos y bodas.
Belén ha podido perfeccionar su gran pasión gracias a que sus abuelos han pagado sus clases de canto y a que siempre, siempre han creído en ella.
Con la única compañía de un piano, Belén ha demostrado que efectivamente tiene un talento innato para la música. Con una sensibilidad especial, Belén ha interpretado una preciosa canción que ha emocionado a los miembros del jurado, al público y como no, a sus abuelos.
Edurne, Flo y Paula han quedado fascinados con la actuación: “Nos has mandado una energía preciosa que ha logrado llegarnos pese a los nervios”. Risto por su parte ha querido ser crítico con ella y, aunque a que ha valorado positivamente su voz, ha reconocido que en su opinión el piano, más que ayudarla, le ha lastrado: “Hay que saber tocar el instrumento que te acompaña y tú no lo dominas”.
Belén le ha prometido a Risto que, si decidía darle una oportunidad con un ‘sí’, iba a sorprenderle en la próxima actuación. Risto ha optado por reconocer su valentía… ¡Belén se va a casa con sus abuelos y con cuatro síes!