Guía Parker: así funciona por dentro la biblia de los vinos

  • Robert Parker es el creador de Wine Advocate, la prestigiosa web que califica los vinos de todo el planeta

  • La Guía Parker es un sistema de puntuación que va entre los 50 y los 100 puntos

  • Se trata de una publicación bimensual que nació tras el viaje de Parker por Europa

Pocas veces un viaje a Europa ha sido tan productivo. En 1967, el joven Robert M. Parker decidió tomarse un año sabático y viajar por el continente. Siguiendo el consejo de una amiga decidió visitar Francia y allí Parker descubrió todo un universo de vinos, que en muchos casos eran baratos en comparación a los EE.UU. Ese descubrimiento sentó las bases del que ha sido su mayor éxito profesional: la Guía Parker. Además, aquella chica que le aconsejó conocer el país galo acabó siendo su esposa. Eso es aprovechar un año sabático.

Aunque Robert Parker se convirtió en abogado en Baltimore, la idea de dejar la abogacía y centrarse en el mundo del vino fue tomando fuerza dentro de él hasta el punto de no retorno. Su idea fue lanzar una revista bimensual que sería sufragada únicamente por sus suscriptores. Así nació una publicación que en 1979 pasó a denominarse The Wine Advocate, nombre que a día de hoy es referencia entre los entusiastas del vino.

Una reputación que comenzó a fraguarse en 1983 cuando valoró muy positivamente la cosecha de Burdeos de 1982 y resultó tener razón en sus postulados. Tal fue el éxito que en 1984 pudo colgar la toga y dedicarse plenamente a la cata y conocimiento de los vinos de todo el mundo. El fundador de la revista ya está retirado, pero su legado continúa gracias a la labor de una decena de prestigiosos catadores alrededor del mundo.

Así funciona la Guía Parker

La base del éxito de Robert Parker fue la creación de un sistema de puntuación de los vinos que valoraba en función de la cual se conoce su calidad. Un baremo subjetivo apoyado en una serie de pautas objetivas que parten de la cata a ciegas. Sus opiniones han calado hondo en el mundo vinícola.

El sistema va desde los 50 a los 100 puntos, siendo de más calidad cuanto mayor es su puntuación. Además, existen rangos dentro de esa escala. Entre 50 y 59 puntos se considera que es un vino inaceptable y de poco interés. Entre 60 y 69 se trata de casos que están por debajo de la media por tener graves defectos. De los 70 a los 79 puntos son caldos regulares, que no destacan. Entre 80 y 89 son vinos notables en los que no hay grandes carencias. De las 90 a 95 unidades se trata de ejemplares sobresalientes, mientras que entre las 96 y las 100 se trata de vinos extraordinarios. Una clasificación que sirve de referencia al sector y al consumidor, que siempre se puede apoyar en ella en su búsqueda de vinos de calidad que cumplan sus exigencias.

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