Antonio Banderas es uno de nuestros actores más exitosos a nivel internacional, pero su etapa como estrella en Hollywood no le ha impedido regresar a su tierra natal y seguir allí con su carrera. Él es el propietario del Teatro Soho en Málaga, donde continúa con parte de sus proyectos ligados al mundo de la interpretación, pero también tiene varios negocios de restauración en la ciudad de la mano del grupo Tercer Acto. El chef Dani García lo entrevistó en su podcast, ‘Desmontadito’, donde habló sobre cómo cambió su vida el ataque el corazón que sufrió, así como sobre sus restaurantes y el lugar donde tenía citas cuando era joven.
El protagonista de ‘Dolor y gloria’ explicó que, tras comprar el citado teatro, se adentró en el mundo de la gastronomía convirtiéndose en socio de un emblemático restaurante andaluz que marcó su adolescencia: El Pimpi (calle Granada, 62, Málaga). “A mis primeras novias, cuando yo tenía 16 o 17 años, te estoy hablando del año 1976 o 1977, yo las llevaba al Pimpi. Era donde había que ir”, declaró. Después señaló que esta famosa bodega “tiene solera”: “Eso a mí me gustaba desde hacía mucho tiempo. Se me dio la oportunidad de entrar ahí y la agarré”.
El intérprete echó la vista atrás para contar cómo era esa zona en su juventud: “Todavía pasaban coches por allí, por la calle Alcazabilla. Eso después ha cambiado y ha favorecido mucho al área. Está al lado del Picasso, enfrente del Teatro Romano, con la Alcazaba allí arriba… Es un edificio, además, que es curioso porque tiene recovecos, tiene sus balcones…”. Le costó encontrar las palabras para definir qué significa para él este local: “El Pimpi para mí siempre ha sido… Mucha gente en Málaga de cachondeo dice que El Pimpi es tan grande que Málaga es un barrio de El Pimpi”.
El Pimpi suma más de medio siglo de historia a sus espaldas. Se define en sus redes sociales como “la bodega con más solera de Málaga, aunando tradición y cultura del sur desde 1971”. En ese año la fundaron dos cordobeses, Pepe Cobos y Paco Campos, ocupando un viejo caserón del siglo XVIII que está edificado en una antigua calzada romana. El nombre del establecimiento viene de la figura del Pimpi, “un personaje popular malagueño que ayudaba a las tripulaciones y pasajeros de los barcos que llegaban al puerto de la ciudad”.
El local cuenta con varios patios y salas con diferentes ambientes. Desde sus inicios, se convirtió en el punto de encuentro de muchos rostros conocidos. En la década de los 70 acogió tertulias literarias de Gloria Fuertes y también un concurso de poesía que contó en su jurado con Antonio Gala y con ella. Además, fue escenario de varios rodajes, como el de la miniserie ‘El joven Picasso’ en los 90 y el de película de 2006 ‘El camino de los ingleses’, dirigida por Antonio Banderas. Es tradición que los personajes famosos que visitan El Pimpi dejen su firma en uno de sus barriles de vino. Los trabajadores del restaurante llaman a una de las mesas “la de Antonio Banderas” por estar al lado de la rúbrica del malagueño. Además, cabe mencionar que el actor y director expandió la marca El Pimpi a Marbella, con su fusión de restaurante y bodega dentro del complejo hotelero Puente Romano.
El Pimpi ofrece en Málaga productos naturales, frescos y muchas veces procedentes de agricultura ecológica. En su página web destacan productos como el aceite de oliva virgen extra primera prensada, el tomate huevo de toro, el jamón de castaña o el vino dulce de uva moscatel. Además de su carta de temporada, cuenta con varios menús para grupos, algunos de ellos con nombres de celebridades vinculadas a su historia.
El menú de grupo Antonio Banderas (70 euros) reúne cuatro entrantes a compartir: jamón ibérico de bellota; ensalada de aguacate, frutos secos, aceituna negra y tomate seco; croquetas de puchero y pata de pulpo a la parrilla. Cada comensal debe elegir un plato individual que se sirve con verduras de temporada y patatas con mantequilla de romero: o bien solomillo de vaca con salsa de foie y Pedro Ximénez, o bien dorada con salsa de avellanas y tomates asados. El postre es torrija con helado de vainilla, mientras que la bebida va incluida en el precio, con vinos como El pacto D. O. Ca. La Rioja, Tempranillo, y Mara Martín D.O. Monterrei, Godello.
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