Escaparse Madrid, aunque solo sea por unas horas, es uno de los planes más recomendables en cualquier momento del año. Visitar los pueblos de los alrededores, dar un paseo al aire libre y disfrutar de una buena comida es el combo perfecto para oxigenarse. Te traemos los mejores restaurantes de pueblo que están a menos de una hora de la ciudad y que pueden ser la excusa perfecta para conocer la zona. Y es que hacer turismo es mucho mejor con un buen plato sobre la mesa.
San Lorenzo del Escorial se merece varias visitas por diferentes motivos, como sus rutas de senderismo, como la famosa senda a la Silla de Felipe II, o recorrer el Real Monasterio, que en el siglo VI era considerado la octava maravilla del mundo. Sea cual sea tu plan, a la hora de comer no te va a faltar una excelente oferta gastronómica, aunque tenemos una recomendación que no deberías pasar por alto. El restaurante Cava Alta es una apuesta segura, con sus mesas junto a unos ventanales con espectaculares vistas. La suya es una cocina rústica que se inspira en la cocina tradicional española, con un toque creativo y moderno. La recomendación de la casa son los callos a la madrileña y la lasaña de rabo de toro.
Calle del rey, 41. San Lorenzo del Escorial (Madrid)
Navacerrada es uno de los pueblos con más encanto de la comunidad, situado junto a un embalse que invita a pasear y, en los meses de invierno, a disfrutar de la nieve en un paraje de gran belleza. Para comer y entrar en calor, el asador de Félix el Segoviano es el lugar perfecto. Es un local de montaña de los de toda la vida, con una cocina tradicional y platos contundentes, como la carrillera en salsa, las fabes o el secreto ibérico. Ahora bien, su plato estrella hay que probarlo al menos una vez en la vida. Nos referimos a sus famosos picatostes de pan, fritos y con azúcar, que debes pedir acompañados de una taza de chocolate caliente. Son insuperables.
Paseo de los Españoles, 9. Navacerrada (Madrid)
Visitar la ciudad imperial es algo que se debe hacer no una, sino varias veces. Toledo también es conocida como la ciudad de las tres culturas, donde convivieron judíos, musulmanes y cristianos, y que ofrece una riqueza arquitectónica y cultural difícil de superar. Para comer allí, nada como alejarse del casco histórico y dejarse envolver por la magia de los cigarrales, unas casas inspiradas en las villas romanas y las casas de recreo islámicas, rodeadas de agua y de vegetación. Uno de ellos es el Cigarral del Ángel del chef Iván Cerdeño, con unas espectaculares vistas al río Tajo y una cocina de autor a base de productos manchegos que ha merecido dos estrellas Michelin.
Ctra. de la Puebla de Montalbán, S/N (Toledo)
Volviendo a la sierra madrileña, nos detenemos en el pueblo de Guadarrama, que atrae a miles de visitantes durante todo el año por su estratégica ubicación. Si te quedas en el pueblo, el paseo es de lo más agradable, aunque la mayoría llega hasta allí para hacer una excursión a la Peña del Arcipreste de Hita o al Embalse de la Jarosa. También acuden los que saben del lugar a La Chimenea, el restaurante con las mejores croquetas en kilómetros a la redonda. Son un oda a la cremosidad y las tienes de huevo y chorizo, jamón, cebolla con carne, y queso. Eso solo para abrir boca, porque querrás seguir con sus chuletas de lechal, las anchoas de Santoña y rematar con un postre, como su popular arroz con leche.
Calle de la Sierra, 20. Guadarrama (Madrid)
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