Los amantes de los perros no siempre lo tienen fácil a la hora de encontrar lugares ‘pet friendly’, aunque cada vez son más los establecimientos que admiten la entrada con animales. Existen cafeterías y restaurantes donde está permitido acceder con tu mascota, pero en Roma han llevado esta idea a un nuevo nivel con Fiuto (Via Flaminia 498 / 500), un exclusivo restaurante italiano para perros en el que también pueden comer los humanos.
El negocio se presenta como “un restaurante refinado y acogedor con dos chefs y dos cocinas distintas”, una para los perros y otra para sus dueños. El local ofrece la posibilidad de cenar al mismo tiempo que tu perro, que puede estar en una cómoda cama al lado de tu mesa disfrutando de su propia comida. Los animales se distribuyen por el espacio separando a los pequeños de los grandes, con la intención de evitar posibles conflictos entre ellos. Un hilo musical tranquilo y una iluminación tenue contribuyen a que reine la paz y no se escuchen ladridos.
En el local encontrarás un menú específico para el llamado “mejor amigo del hombre”, así como un entrenador que se encarga de atender a las mascotas y dar consejos a las personas que los acompañan. “Mientras que usted puede probar nuestras especialidades y excelentes bebidas, sus cachorros, a su lado, pueden degustar los platos recomendados para ellos por un veterinario y nutricionista”, expone la página web de la empresa. Incluso hay un espacio con espejos destinado a que los visitantes se hagan fotos y puedan participar en concursos, con premios para el perro más parecido a su dueño.
Fiuto nació gracias a la unión de tres “amantes de la buena comida” y de los animales, que querían crear un restaurante innovador y amigable con los perros. Sus responsables son tres hombres procedentes de ámbitos distintos: Mario, un agente inmobiliario que buscó el lugar perfecto para montar el negocio; Alessandro, un gerente de una multinacional que gestionó las fases del diseño del local y la selección del personal; y Marco, un camarero con una dilatada experiencia en el mundo del catering y el encargado de todo lo relacionado con la comida y la bebida.
El restaurante presenta una amplia carta para humanos y otra para perros, que ha sido elaborada teniendo en cuenta que muchos de ellos padecen alergias. Los platos se piden en función del tamaño de la mascota: S (entre 2 y 10 kilos), M (entre 11 y 20 kilos), L (entre 21 y 30 kilos) y XL (más de 31 kilos). Marco, uno de los propietarios, explicó en una entrevista con The Guardian: “Se utilizan únicamente productos de primera calidad. Queremos asegurarnos de que cuando un perro come aquí, come tan bien como los humanos”.
Los primeros platos que aparecen en el menú canino como entrantes son los boles o tazones al estilo poke: arroz con pollo y guisantes; arroz con carne de ternera, zanahorias y queso grana; arroz con bacalao y calabacín; e incluso una opción vegetal con arroz, patatas y ricota. Para continuar, el menú ofrece a los perros platos como nuggets de pollo y puré de patatas, arista (que es lomo cerdo cocinado al estilo toscano) con calabacines y zanahorias en juliana, bacalao con ricota y calabacines cocidos, y huevos cocidos con crema de guisantes y queso fontina.
Las mascotas no se quedarán sin postre, ya que el establecimiento les prepara un plato dulce, descrito como un crumble de galleta, queso fresco y manzana verde. Además de agua mineral, también es posible escoger otras bebidas para los animales, como zumos y smoothies: uno de calabacín y arándanos; uno de manzana verde y sandía; y otro de pera, fresa y plátano.
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