Todos los grandes chefs parecen tener en común que su amor por las gastronomía surge en la infancia. Las recetas que sus madres y abuelas preparaban en casa y con las que crecieron no les han abandonado. Es más, les han inspirado a lo largo de su trayectoria al frente de los fogones y, en muchos casos, han encontrado la forma de incluirlas en sus menús. Te contamos cuál era el plato favorito de cinco chefs cuando eran niños y cómo han logrado incluirlo en sus aplaudidas cartas. 

Hablar del chef José Andrés es hablar de una auténtica institución en el mundo de la gastronomía. Su capacidad para conectar con la gente va más allá de su imperio gastronómico e, incluso, de ser el director de la ONG World Central Kitchen o de tener un podcast por el que pasan todo tipo de celebs. Algo tan sencillo como la newsletter que comparte con sus suscriptores no has permitido conocer cuál era su debilidad de niño: la nocilla casera.

Aprovechando su último cumpleaños, compartió con sus seguidores cómo se celebraban los cumpleaños en nuestro país y la devoción por la nutella a la española. Es cierto que en sus restaurantes no encontramos un postre que la nombre tal cual, pero no falta la tarta de chocolate que guarda mucha relación con este sabor dulce y nostálgico. 

El chef Dani García es uno de los más reputados del momento, con un proyecto culinario que combina a la perfección la alta cocina con una oferta asequible para disfrutar de la cocina de calidad. Nacido en Marbella, está muy ligado a la gastronomía andaluza, de la que rescata platos que para él han sido muy importantes desde la infancia hasta la actualidad, como las berenjenas rebozadas, el tomate aliñado o el arroz con leche. En sus menús es fácil descubrir sus influencias y apreciar la presencia del producto fresco. Uno de sus platos preferidos es el atún rojo encebollado, típico de Cádiz. En su carta, con esta inspiración, puedes encontrar el solomillo de atún de Barbate a la brasa o el tartar de atún rojo con stracciatella.

Lo de Francis Paniego es una cuestión de tradición familiar. El arte culinario en el chef y su familia es algo heredado que han sabido transmitir durante 125 años en Ezcaray, sublimando la cocina tradicional de La Rioja. Con esta premisa, no hay duda de que cuando de niño se sentaba a la mesa, ya estaba disfrutando de auténticos manjares de la zona. Recuerda con cariño las patitas de cordero, que para el cocinero son el mejor plato de la cocina riojana y no faltan en la carta de El Portal de Echaurren.

El chef canario, propietario de El Rincón de Juan Carlos y con dos estrellas Michelin, tiene claro cuál es el plato de la infancia que recuerda con más cariño. Además, coincide con el de su hermano Jonathan, que también cuenta con su propia estrella. Para ambos, las lentejas de su madre era el plato preferido. Cuando las cocinaba en Navidad, las ponía en el centro de la mesa y Juan Carlos recuerda perfectamente su sabor. En su carta no las encontramos a la manera tradicional, pero sí introducidas de una forma muy especial en sus Raviolis de parmesano con caldo de lentejas.

Daniel Malavía es, junto al Roseta Félix, el responsable del Fraula, en Valencia. Uno de los platos que más recuerda el chef de su infancia es la sopa de ajo que hacía su abuela Dionisia. Con esta abuela se crio y le tenía mucho cariño, y preparaba esta sopa tradicional cuando era Navidad. Por eso en alguna ocasión la ha tenido en el menú coincidiendo con esas fiestas tan señaladas, en una exquisita versión con esferificaciones de yema, miga de pan remojada en la sopa y el caldo de gallina y ajo.

Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.