Francis Paniego: "Meter los cuchillos en el lavavajillas es una barbaridad"

Siempre lleva a La Rioja en él y en cada uno de sus platos. Francis Paniego cuenta con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol en El Portal de Echaurren, en Ezcaray (La Rioja), el hotel-restaurante que reformuló junto a sus hermanos para poder seguir viviendo en su pueblo. Ahora ha dado su gran salto televisivo como mentor junto a Rakel Cernicharo y Marcos Morán en ‘Next Level Chef’, el nuevo formato culinario de Telecinco presentado por Blanca Romero, la primera en someterse a nuestro Gastro Test, que ahora le toca a Paniego.

En ‘Next Level Chef’ apuestan por la innovación y, aunque los concursantes participan individualmente, lo cierto es que están divididos en tres equipos que lideran los tres mentores (los que cocinan en el ático con todas las comodidades, los que lo hacen en el primer piso, y los que deben hacerlo en el sótano sin privilegio alguno).

Al hablar de tortilla Francis Paniego no duda en autodenominarse “cebollista”, mientras que sobre qué plato le recuerda a su infancia no duda en que son las albóndigas de su madre. “He tenido la inmensa suerte de tener una madre que cocinaba como los ángeles y tengo la suerte de tener su cocina en la mía. Cada vez que me como las albóndigas que tenemos en Echaurren Tradición no puedo evitar un déjà vu y un viaje a mi madre y a mi infancia”, confiesa en el Gastro Test, donde habla sobre sus manías en la cocina, su aperitivo favorito o su bocado orgásmico.

El valor de la gastronomía riojana

El chef no duda en poner la gastronomía riojana por bandera, y tras decir que es un buen amante del picante, pone en valor el picante que existe en La Rioja, que “se llama alegría riojana y, utilizado en su dosis justa, para los callos, las patitas o un guiso, da una profundidad y un sabor elegantísimo”.

En su cocina, cuenta, no falta nunca el aceite de oliva, clave para cocinar, pero tampoco un buen jamón “para picotear un poquito entre horas”. Para llenar su despensa recurre a ir al mercado en busca de productos de proximidad y de temporada con los que luego jugar a la hora de preparar sus platos. 

Sobre su experiencia más gastrosexy recuerda la efervescencia de los inicios de su relación con su mujer, Luisa, en un viaje hacia La Alberca donde probaron unas patatas meneadas y se bebieron una botella de Pesquera. “Fue un momento tremendamente sexy, divertido y muy amoroso. Aquí estamos, 30 años después”, rememora Paniego.

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