Todo amante de la cocina tiene algún que otro recetario en casa al que acude de vez en cuando en esas ocasiones en las que quiere preparar algo especial. Sin embargo, ¿te has planteado cómo surgieron los primeros recetarios? Fue hace muchos siglos y, aunque la fórmula no ha cambiado mucho, sí que lo han hecho las recetas que se pueden encontrar entre sus páginas. Así lo demuestra el recetario más antiguo de España, que data del siglo XV y, pese a tener algunas similitudes con platos actuales, otros están completamente alejados de la actualidad.

Ahora ese recetario se puede ver tras la inauguración por parte de la Universitat de Valencia en el Centre Cultural La Nau de la exposición ‘Gastronomía medieval. El Libre de Sent Soví y la cocina en los siglos XIV y XV’, que estará abierta al público hasta el 4 de mayo. Ahí está expuesto el ‘Libre de Sent Soví’, que se trata del recetario más antiguo que se conserva en España, escrito en valenciano y, aunque data del siglo XV, hay indicios de que su versión original fue redactada en 1324.

El recetario incluye varias incógnitas e incluso se habla de que fue una estrategia de marketing medieval, ya que se atribuyó su redacción al encargo de un legendario rey inglés, algo bastante improbable y que la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universitat de Valencia, Ester Alba Pagán, decía a EFE que podría haber sido una idea para dar más prestigio al libro.

Si bien algunas recetas son muy similares a las que seguimos haciendo, como las natillas, lo cierto es que hay otras que en la actualidad nos pueden parecer totalmente imposibles, sobre todo por el gran uso que hacían tanto del azúcar como de las especias, dos productos que en la época eran un auténtico lujo.

Aunque es cierto que en las recetas de hoy existen muchas combinaciones en platos con ingredientes salados y dulces que son toda una explosión de sabor, no deja de ser llamativo que alguna de las preparaciones estrella del recetario sea, por ejemplo, el pollo con azúcar.

Entre las conclusiones del análisis de este recetario se ha podido saber que, estudiando los ingredientes, se trataba de un libro destinado a la nobleza, alejado de los platos que verdaderamente comía la gente del pueblo. Así, poseerlo era un símbolo más de prestigio y estatus entre la élite, marcando las líneas de poder y sociales de la época.

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