Feria gastronómica: qué es, cuál es su objetivo y por qué son tan importantes

Uno de los placeres de la vida para muchas personas es comer, pero sobre todo hacerlo bien. Este concepto no habla tanto de sentarse alrededor de una mesa, solo o acompañado, sino de poder disfrutar de alimentos de calidad, preparados con cariño y con un resultado delicioso. Probar sabores nuevos, recetas de otros países, descubrir nuevos lugares a través de su gastronomía, pequeños detalles que nos inviten a querer saber más sobre ellos, incluso a viajar hasta allí para probar si, efectivamente, esos platos que hemos probado son igual de ricos o más en su lugar de origen. 

Hacemos referencia a otros países, pero no es necesario salir de nuestras fronteras para disfrutar de opciones muy diferentes, porque los platos típicos de Asturias, no tienen por qué tener nada que ver con los más tradicionales de Canarias. La comida, los ingredientes que se utilizan e, incluso, la manera de prepararlos o comerlos forma parte de la esencia de otros lugares y no siempre nos resulta sencillo poder acercarnos a ellos, tener la posibilidad de disfrutarlos o probarlo. 

Los más afortunados o aventureros seguro que no tienen ningún reparo en hacer las maletas y poner tierra de por medio mientras se anudan una metafórica servilleta al cuello, dispuestos a descubrir todos esos sabores. Los demás pueden aprovechar la posibilidad que brindan las ferias gastronómicas, conocidas por ofrecer la posibilidad de acercarnos todos esos sabores a un único lugar, pero ¿qué son en realidad estas ferias y que objetivos tienen?

Qué es una feria gastronómica, cuál es su objetivo y por qué son tan importantes 

Una feria gastronómica es un punto de encuentro para el sector, una forma de poner en contacto gastronomía, empresa y cliente. Todos los implicados obtienen un beneficio, quienes acuden por motivos profesionales encuentran la forma ideal de hacer contactos, intercambiar ideas y crear nuevos vínculos y canales de comunicación. Los visitantes que sencillamente quieren disfrutar de la comida y bebida, sin duda se marcharán con el estómago lleno o con un montón de bolsas que les inviten a ponerse creativos en casa. 

Para los profesionales del sector, estas ferias son una estupenda plataforma de promoción, es el lugar perfecto para que su producto se dé a conocer entre un público general, pero también entre uno más especializado, abriendo nuevas oportunidades de negocio. Esto en sí parece suficientemente interesante, pero no es lo único que se pueden conseguir en una feria, que también es el lugar ideal para tener controlada a la competencia. 

Las novedades se presentan en estos escaparates y eso puede ayudar a muchos empresarios a inspirarse en el futuro, tomar ideas sobre hacia dónde encaminar sus pasos, pero también hacia dónde no hacerlo, apuntar nuevas ideas de promoción y marketing o congratularse al ver que son quienes mejor han planteado su propuesta. En este tipo de ferias no es raro que los participantes preparen muestras especiales, panfletos informativos y otros detalles que les ayude no solo a darse a conocer, también a permanecer en la mente de quienes acuden a visitarles. 

Estas ferias suelen tener lugar al aire libre y son también una manera de crear comunidad en torno al comercio local (o internacional, en función de la temática de la feria gastronómica), son eventos de ocio y entretenimiento donde la gastronomía es la excusa para poder pasar un rato divertido y conocer nuevos productos. 

Sirven para visibilizar la gastronomía tradicional, pero también una alimentación saludable, la agricultura ecológica… como ya hemos comentado, existen diferentes tipos de ferias gastronómicas y algunas son generales, pero otras se centran en productos concretos con algo en común. Además, no podemos olvidar que también son una forma estupenda de promoción turística para un destino, sobre todo en un momento en el que el turismo gastronómico cada vez es más demandado. Es una excusa ideal para acercarse a un lugar y conocerlo. 

La comida, los alimentos, forman parte de la cultura de un lugar y puede que para algunas personas una feria de este tipo no sea suficiente para escoger un pueblo o ciudad como destino, pero si lo que se busca es una excusa para hacerlo, su gastronomía puede ser tan buena como cualquier otra. Alrededor de una feria gastronómica no es raro que se organicen también otro tipo de actividades que invite a la gente a estar en la calle, convirtiendo estos eventos en una suerte de festividad. 

Las ferias gastronómicas destacan la comida como fuente de riqueza cultural, permiten conocer culturas y tradiciones, haciendo que el visitante sienta curiosidad y quiera saber más, y también son una parte fundamental de una estrategia para atraer un tipo de turismo concreto a la zona, uno que busca disfrutar con la gente del lugar, con sus raíces y su cocina, compartiendo con ellos una parte de su esencia e identidad.