Las mañanas no siempre son sencillas, por eso comenzar el día de manera positiva es importante. Para algunas personas una buena ducha es clave, limpiar con agua y jabón los restos de una noche de sueño hace que recuperen la energía, para otros el día no empieza de verdad hasta que pueden salir y hacer un poco de ejercicio. Luego están quienes son incapaces de comenzar el día hasta que toman el primer sorbo de café o se sientan con calma para disfrutar de un buen desayuno.
La primera comida del día se suele señalar como la más importante, en realidad todas son igualmente relevantes, pero el desayuno tiene algo que lo hace diferente, especial. Gracias a él conseguimos la energía necesaria para poder afrontar el día con ganas, con fuerza, dispuestos a comernos el mundo y disfrutar de una jornada repleta de acontecimientos a los que no tenemos miedo a afrontar. Tras un buen desayuno, todo parece más fácil, o eso queremos pensar.
No existe una norma que nos haga saber cuál es el desayuno perfecto, cada persona tiene sus preferencias, por eso hay quienes prefieren tomar un plato salado, una tostada de aguacate o unos huevos revueltos; otros optan por tomar algo de fruta, un yogur o un bol de avena. Los amantes del dulce tienen claro que un bizcocho casero puede ser la mejor opción, pero seguro que también disfrutan de un buen trozo de pan con mermelada.
Las caseras siempre son una gran opción, esas que en muchas ocasiones nos ayudan a trasladarnos a los mejores momentos de nuestra infancia, pero no son las únicas que podemos escoger. De hecho, en el mercado hay innumerables opciones y algunas son muy originales, tanto que puede ser una combinación que nunca se nos hubiera ocurrido y, sin embargo, puede ayudarnos a endulzar nuestro día.
Grandes mermeladas gourmet para un desayuno de lujo
La mermelada es uno de esos ingredientes que nunca faltan en las cocinas de los amantes al dulce, un complemento de los desayunos que tomado con moderación puede ayudarnos a empezar el día con ese bocado dulce que tanto se necesita. También es una forma de preparar la fruta, cocida con azúcar para su conservación durante más tiempo.
Cualquier fruta madura y de calidad puede emplearse para hacer mermelada, pero si lo que buscamos es una mermelada gourmet, probar sabores nuevos o combinaciones diferentes puede suponer una gran diferencia.
Mermelada de piña. Tendemos a penar que no hay vida más allá de las mermeladas clásicas, como la de ciruelas, fresas o naranja amarga, sin embargo, darle una oportunidad a la mermelada de piña puede cambiar la forma en la que ves los desayunos. Los amantes de la piña quedarán encantados.
Mermelada de higos. Un poco más tradicional, pero igualmente original, es la mermelada de higos, una fruta que le aporta un sabor dulce y floral a esta preparación, ideal para los amantes de estos sabores.
Mermelada de limón con jengibre. Cada vez son más conocidos los muchos beneficios que tiene el jengibre para nuestra salud y no siempre sabemos la mejor manera de añadirlo a nuestras preparaciones, esta es una estupenda manera de sumarlo a nuestra dieta y de una manera muy sorprendente. La frescura del limón y el toque picante del jengibre la hace ideal para desayunos y también para otras recetas.
Mermelada de fresa con pimienta rosa. No es necesario buscar frutas exóticas para conseguir mermeladas que hagan despertar a nuestras papilas gustativas, esta opción ofrece una versión más exótica ante las mermeladas más tradicionales. Sin duda una forma muy diferente de tomar las tostadas del desayuno.
Mermelada de albaricoque y comino. Al pensar en mermelada en seguida pensamos en desayunos dulces, pero si lo quieres es comenzar el día de una forma diferente, una mermelada de albaricoque y comino puede ser el perfecto complemento para algunos quesos, como el camembert.
Mermelada de pimiento. Como hemos visto, no solo los platos dulces se merecen una gran mermelada, esta de pimiento es ideal para evitar caer en la rutina y es una gran combinación para tomar como aderezo en ensaladas o con queso de cabra, si eres de los que desayunan fuerte.
Mermelada de calabaza y canela. La mezcla de estos dos sabores encaja a la perfección, dando como resultado un sabor equilibrado y sabroso, ideal para tomar acompañado del pan crujiente y comenzar el día con una sonrisa.
Mermelada de manzana y fresa. Estamos buscando sabores originales y para eso no siempre hay que optar por frutas exóticas, solo con combinar estas dos tan tradicionales ya podemos descubrir un mundo de sabores nuevo. Al dulzor de la manzana se le suma el toque ácido de la fresa para hacerlo ideal.
Mermelada de vino tinto. Ideal para tostadas o croissants, esta mermelada delicada y jugosa, puede ser toda una sorpresa en un primer momento, pero una vez que la pruebes no querrás renunciar a ella.
Sabores tradicionales, exóticos o inesperados que te ayudarán a comenzar el día con otra energía. ¿Cuál es la primera que quieres probar?