El nuevo disco de Bad Bunny, ‘DeBí TiRAR Más FOToS’ se ha convertido en el primer gran éxito musical de este año. Cierto es que es algo que el artista no suele tener complicado, pero esta vez lo hace con un trabajo que ha logrado que muchas personas y regiones se vean identificadas con el concepto del álbum, donde la comida tiene una gran importancia para seguir el hilo conductor de lo que el puertorriqueño quiere contar a través de sus canciones.

Su nuevo trabajo es una defensa de la identidad cultural de Puerto Rico y una crítica a la gentrificación que la isla caribeña ha sufrido en las últimas décadas y que cada vez es más notable. Y para desarrollar esa reivindicación, el cantante ha utilizado en muchos momentos la gastronomía para poner en valor la esencia puertorriqueña.

Sin ir más lejos, el pasado 5 de enero, antes del lanzamiento del disco, se pudo ver una camioneta amarilla por las calles de Madrid con productos de Puerto Rico —desde bananas, que aparecen en la portada del disco, hasta piñas tropicales, papayas y otras frutas y hortalizas— donde también aparecía el nombre de Bad Bunny junto a un código QR que conducía al disco que se iba a publicar mundialmente horas después.

Pero esa no ha sido la única jugada del cantante. Acompañando al disco, también ha lanzado un cortometraje protagonizado por el cineasta puertorriqueño Jacobo Morales donde la crítica a la gentrificación de la isla y a esa promoción existente de Estados Unidos ofreciendo incentivos para que se muden a la isla tras la pandemia y los locales hayan sido desplazados poco a poco ha sido mucho más evidente.

Parte de ese cortometraje tiene lugar en una panadería de barrio que nada tiene que ver con lo que fue antaño. Ya no se habla español, sino inglés, y la gastronomía también ha cambiado.

La tripleta que pide, un sándwich típico de la zona combinando tres tipos de carne (jamón, pernil asado y carne molida) con queso, lechuga, tomate, cilantro o mayonesa entre sus ingredientes, ya no existe y Morales tiene que decantarse por uno de pastrami y elegir qué tipo de pan quiere.

Tampoco hay quesitos, el bollo de hojaldre relleno de queso popular en Puerto Rico que combina la suavidad del queso crema con el dulzor de una masa hojaldrada. En esa cafetería que nos muestran solo hay distintas versiones renovadas, incluso un quesito sin queso. ¿Puede seguir recibiendo ese nombre si no le ponen queso?

En el corto Bad Bunny ha puesto de manifiesto a través de la gastronomía local lo que está ocurriendo en muchas zonas de Puerto Rico, donde la cultura e identidad puertorriqueña están siendo desplazadas frente a una globalización cada vez más arraigada. Pero aún hay esperanza, la que le da a Morales el joven puertorriqueño que le paga la comanda cuando le rechazan el efectivo. “Seguimos aquí”, le dice.

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