Blanca Romero se encuentra en uno de los momentos más dulces de su carrera. Tras presentar las campanadas de Mediaset desde Lanzarote junto a Ion Aramendi, la modelo, actriz y presentadora se ha puesto ya al frente de ‘Next Level Chef’, el nuevo talent show culinario de Telecinco que cuenta con los chefs Francis Paniego, Marcos Morán y Rakel Cernicharo como mentores. Y con los fogones ya encendidos, ¿qué mejor que someterse al Gastro Test?

‘Next Level Chef’ apuesta por la revolución, ya que sus concursantes no saben ni con qué utensilios van a cocinar ni mucho menos de qué ingredientes van a disponer para elaborar sus platos. Con una cocina de 20 metros de altura y tres pisos, cada grupo se divide entre el ático, el primer piso y el sótano, así que hasta que no aparece la plataforma no sabrán con qué productos cocinarán, poniéndoselo difícil a los del sótano, que se quedarán con las sobras.

La presentadora es una amante de la cocina, por lo que no es de extrañar que se haya puesto al frente del programa y mucho menos que se enfrente a nuestro Gastro Test para conocer qué es lo que no falta nunca en su cocina, la comida que más odia o sus restaurantes favoritos dependiendo de la ocasión.

Precisamente uno de sus restaurantes favoritos es el asturiano Casa Marcial, recientemente galardonado con las tres estrellas Michelin, un lugar que recomienda para una primera cita. Además, Blanca Romero es buena amiga de sus dueños y reconoce que sus platos estrella se los han enseñado ellos: una merluza con colágeno que le ensañaron a preparar Esther y Nacho Manzano y el agua de tomate gelatinizada que aprendió con Esther.

La modelo y actriz también se considera una amante de la comida picante —asegura que en su despensa nunca falta la salsa picante—, es de tortilla sin cebolla “porque la real es así”, y su plato de la infancia es la menestra de verduras que le hacía su abuela. ¿En qué restaurante se siente como en casa? ¿Qué manías tiene en la cocina? ¿Y a quién dejaría sin postre?

En su Gastro Test el cantautor Iván Ferreiro se autoproclamaba un enamorado y apasionado del picante, especialmente tras conocerlo a fondo en México. Su encantamiento fue tal que en su casa tiene plantados sus propios pimientos habaneros y serranos.

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