Adversarios a la mesa: qué les gusta comer a Kamala Harris y Donald Trump
Si algo ha dejado claro la campaña electoral estadounidense es que hasta con la gastronomía se puede hacer política
Donald Trump y Kamala Harris le han dado mucha importancia a la comida durante estas semanas, aunque con estilos muy diferentes
Mientras el republicano se ha centrado en reforzar su pasión por la comida rápida, la demócrata ha puesto en valor el proceso de cocinado y la alimentación saludable
Los próximos cuatro años de Estados Unidos se deciden en las próximas horas con las elecciones a la presidencia que se juegan Donald Trump y Kamala Harris en un ajustado duelo por llegar a la Casa Blanca. Tan ajustado que no se sabe qué va a pasar tras unas encuestas que dan prácticamente un empate y donde solo un par de Estados tienen la llave de la presidencia que se decantará hacia los republicanos o los demócratas. El día de las elecciones pone fin a una campaña que, más allá de los candidatos, ha tenido otro gran protagonista: la gastronomía.
Los dos candidatos se han apoyado en la comida en muchos momentos de la campaña electoral, aunque con estilos totalmente diferentes, opuestos prácticamente. Trump se decanta por la comida rápida, mientras que Harris por una dieta más sana y con platos más elaborados. Todo es política, hasta nuestros hábitos alimentarios, por eso los candidatos a ser nombrados presidente o presidenta han puesto toda la carne en el asador —nunca mejor dicho— e incluso han usado la gastronomía para rascar esos votos que les pueden llevar a la Casa Blanca.
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Trump, un amante del 'fast food'
El McDonald’s es uno de los lugares favoritos del que ya fue presidente de los Estados Unidos. Es más, hace apenas unas semanas visitaba uno de ellos para cocinar patatas fritas a los clientes. Tal es su pasión por la cadena de ‘fast food’ que llegó a pedir a las cocinas de la Casa Blanca que recrease algunas de sus hamburguesas, aunque al parecer no pudieron igualarlo.
No obstante, no es la única cadena de comida rápida que le ha encandilado. Allá por 1995 ya apuntaba maneras y protagonizó un anuncio de Pizza Hut, pizza que se come con cuchillo y tenedor porque lo de ensuciarse las manos no va a con él. De igual manera se come el pollo crujiente de KFC, con sus buenos cubiertos.
Las patatas fritas son otra de sus pasiones. Cuando llegó en 2017 a la Casa Blanca hizo un gran pedido de Lay’s y siempre tiene suministros suficientes en su avión privado, aunque sus favoritas parecen ser realmente los Doritos.
Ahora bien, ¿cuál es su plato favorito? Tal y como contó en 2005, cuando apareció en un programa de Martha Stewart en el que prepararon un pastel de carne, dijo que esta era su comida favorita.
Harris, más de cocina casera
En el lado absolutamente contrario se podría decir que está Kamala Harris, heredera natural de la comida sana de Michelle Obama, quien durante su estancia en la Casa Blanca se ocupó de difundir una dieta saludable incluso para sus trabajadores y hasta instaló un huerto ecológico, una labor que ha continuado durante todos estos años.
No sabemos si, de llegar a ser nombrada presidenta, Harris seguirá la estela como tal de Obama, pero durante su campaña la cocina ha tenido una gran importancia. En 2020 la candidata lanzó su propio programa, ‘Cooking with Kamala’, una serie de vídeos en los que en cada uno hace una receta con un invitado mientras charlan de aspectos más personales o da tips culinarios que hasta el propio José Andrés ha valorado. ¿Una de sus últimas incursiones entre fogones? Cocinar comida mexicana junto a un chef.
La vicepresidenta de Joe Biden siempre ha comentado que aprendió a cocinar gracias a su madre, Shymala Gopalan. “De niña recuerdo escuchar el sonido de las ollas y oler la comida. Como si estuviese en trance, caminaba hasta la cocina para ver lo que estaba preparando”, contó en la revista Glamour. Además, recientemente explicó que una de las cosas que más le gusta hacer “es cocinar la cena de los domingos”, contó en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram.
Su punto en común
Y pese a las diferencias, lo cierto es que ambos tienen algo en común gastronómicamente hablando. Si Harris se atrevía hace unas semanas con la comida mexicana, hace unos años Trump alababa la gastronomía de sus vecinos del sur. “Los mejores tacos están hechos en Trump Tower Grill. ¡Amo a los hispanos!”, decía entonces. Así que, aunque difieren hasta en la gastronomía, parece que en la cocina los dos candidatos tienen algo que sí compartirían en la mesa: la comida mexicana.
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