El privilegiado lugar que ocupa en la barra del bar ya nos da una idea de la importancia que la cerveza de barril tiene para la hostelería. La situación dominante del cañero organiza el resto de elementos del mobiliario. Y es que pocos actos resultan más cotidianos que tomar una caña. Al salir de trabajar, mientras se espera, cuando quedamos con amigos o cuando salimos en pareja, e incluso como excusa para conocer a alguien, beber una caña es un acto central dentro de nuestra forma de socializar hoy en día. Los más de 55 litros de esta bebida que se consumen por persona al año en España dan fe de ello. A pesar de lo cual, ¿sabemos si una cerveza está bien servida y es apta para consumir? Por si hubiera dudas, aquí van unas claves.
En estos días en los que cualquier vídeo sin demasiado sentido se puede hacer viral se agradece que haya casos como el del hostelero cántabro Edu Siverio, que en sus perfiles en Instagram y Youtube da claves sobre su sector. En una de ellas da claves sobre cómo reconocer una caña de cerveza en mal estado. Y claro, se ha viralizado.
En el vídeo en cuestión, el responsable del Restobar Las Peñas, en la localidad cántabra de Ampuero, da unas sencillas pistas para reconocer problemas en nuestra cerveza. Al grito de “atrás hostelero vagabundo”, Siverio nos cuenta cómo saber si una caña está en buen estado o no. La clave, dice, son las burbujas. Si observamos una caña con muchas burbujas en las paredes de la copa no deberíamos beberla. El motivo no es otro que la posible falta de higiene del recipiente donde se ha servido. Según cuenta en el vídeo, el polvo, la grasa o restos de detergente pueden generar ese efecto, haciendo con ello que el sabor de la cerveza no sea el óptimo e incluso, en el peor de los casos, nos siente mal.
Por si hubiera dudas, el hostelero cántabro ha realizado otro vídeo en el que muestras dos copas, una limpia y otra visiblemente sucia. Mientras que en la primera no se observan esas burbujas, en la segunda sí, con lo que su teoría parece reafirmarse.
Así las cosas, gracias a este vídeo del restaurador del norte de España podemos salir a tomar una caña con la tranquilidad que da el conocimiento. Con sólo fijarnos en sus burbujas una vez que nos las sirvan sabremos si está buena o por el contrario debemos pensar en cambiar de bar. Quizá gritar “atrás, hostelero vagabundo” sea demasiado, pero allá cada uno.
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