Por qué están volviendo las fresas (que no fresones) a la frutería: ¿saben como las de toda la vida?

  • Hace un tiempo que podemos volver a encontrar fresas en las tiendas en vez de fresones

  • ¿Por qué ahora están disponibles y hasta hace poco parecía que habían desaparecido?

  • ¿O nunca se fueron? ¿Qué ha ocurrido con las fresas?

Hemos pasado muchos años llamando 'fresas' a lo que en realidad eran 'fresones'. Estos últimos invadieron el mercado hace tiempo y desplazaron a las fresas, no solo de las tiendas, sino también de nuestras vidas. Tanto es así que las personas más jóvenes prácticamente no las conocen porque solo han probado los fresones. Y las más mayores casi ni las recuerdan. 

Sin embargo, desde hace unas pocas temporadas las fresas han vuelto con fuerza y ahora sí que podemos ver que se diferencian de los fresones.

No es lo mismo fresa que fresón 

Nos hemos acostumbrado a llamar fresas a los fresones porque era lo único que había en el mercado. Pero no son lo mismo. 

El fresón (Fragaria x ananassa) tiene su origen en el siglo XVIII y surgió a partir de un cruce de dos variedades de fresa silvestre llevada a cabo por botánicos franceses: Fragaria chiloensis, originaria de Chile y caracterizada por tener un gran tamaño; y Fragaria virginiana, originaria de Norteamérica y destacable por su sabor dulce. Así se logró el resultado que conocemos: el fresón, caracterizado por tener un gran tamaño y un sabor fino y dulce, además de un color rojo intenso.  

Sin embargo, la fresa (Fragaria vesca) es pequeña, tiene un color rojo más claro y un sabor más intenso, dulce y aromático.  

Con el tiempo, el fresón fue desplazando el cultivo de fresa hasta acaparar la mayor parte de la producción. Su éxito se explica por diferentes motivos: en principio su aspecto y tamaño resultan más atractivos; es más resistente, de manera que su vida útil es más larga; su cultivo tiene un mayor rendimiento, etc. Pero ahora parece que las cosas están cambiando. 

¿Por qué ahora hay más fresas que antes? 

En los últimos años los fresones han ido adquiriendo cierta mala fama entre una parte de los consumidores, que no quieren comprarlos porque dicen que, a pesar de tener un gran tamaño y un aspecto muy atractivo “ya no saben a nada”.  

Este podría ser uno de los motivos que explica el resurgimiento de la fresa. Y es que es cierto que algunas variedades de fresón (no todas), tienen poco aroma y sabor. Esto se debe en gran medida a que en el desarrollo de nuevas variedades se han priorizado características como la productividad, el tamaño o la firmeza, para que sean más resistentes y aguanten el transporte. Es decir, se han logrado plantas que producen muchos fresones, muy grandes y vistosos, muy resistentes… pero con poco aroma y sabor.  

Esto no ocurre en el caso de las fresas, que tienen un aroma y un sabor mucho más intensos, por lo que son preferidas por muchas personas. Así, podríamos decir que en los últimos años ha habido un cambio en la demanda.

De todos modos, este no es el único motivo que podría explicar el regreso de la fresa. También hay que tener en cuenta otro aspecto que está íntimamente relacionado con el anterior: en los últimos años se han logrado desarrollar nuevas variedades de fresas, con unas características que satisfacen muchas de las necesidades que acabamos de comentar: que el cultivo sea productivo, que la fresa sea resistente, tenga buen tamaño, aspecto, aroma, sabor… También se intenta que el cultivo se desestacionalice, es decir, que pueda desarrollarse fuera de lo que se consideraría su temporada habitual, para que esté disponible a lo largo de más tiempo. 

Y es que aquí no solo cuentan las prácticas agrícolas (por ejemplo, el uso de invernaderos), sino también las características del cultivo, que se pueden modificar gracias a la mejora vegetal; por ejemplo, desarrollando nuevas variedades. Para ello lo que se hace es lo mismo que se hizo en el siglo XVIII con el fresón, y lo mismo que el ser humano lleva haciendo desde que desarrolló la agricultura hace miles de años: seleccionar variedades con características que resultan interesantes para cruzarlas y obtener así nuevas variedades que reúnan dichas características.  

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