Durante su viaje, Tamara Falcó e Iñigo Onieva han mostrado en sus redes sociales idílicas fotografías de unas vacaciones de lo más románticas, pero a la redacción de ‘Fiesta’ han llegado unas imágenes que nada tienen que ver con eso.
“Bastante seria y preocupada”, así se muestra la hija de Isabel Preysler cuando la vemos en el aeropuerto desplazándose a través de una silla de ruedas. “Han tenido un final agridulce que nada tiene que ver con esas imágenes de ensueño en redes sociales”.
Hay una explicación. Al parecer, Tamara Falcó no se encontraba bien a la vuelta y pidió desplazarse en silla de ruedas: “No sabían si era algo vírico o alguna picadura y al llegar a España, le mantuvo cuatro o cinco días en casa”. Ahora ya se encuentra bien.