Rocío Flores y Marta Flores eran amigas, hasta que la reportera de ‘El programa de Ana Rosa’ inició un romance con su padre, Antonio David. Rocío se sintió traicionada y rompió relación con la Riesco. Ahora coinciden en un evento y hablan de su ¿buena amistad? Lo aclaran.
Emulando a Isabel Pantoja, Marta Riesco rompe el hielo preguntándole a Rocío “¿Tú me quieres?”. Rocío responde: “Sí, te tengo cariño, todo es un proceso, siempre lo digo. El tiempo pasa y vamos asimilando las cosas”.
La hija de Antonio David reconoce, así, que en un principio no estaba muy por la labor de aceptar la relación entre su padre y Marta, pero que ahora lo lleva mejor. Al igual que ya acepta la relación entre Olga Moreno y Agustín Etienne: “Si Olga es feliz con Agustín, todos felices”.
“No soy tan maléfica como tú pensaste el primer día, esto me lo he ganado poco a poco”, añade Marta, a lo que Rocío responde que no: “Yo no soy quién para juzgar ni meterme en la vida de nadie. Ha sido mi compañera de trabajo, he necesitado un proceso para asimilar ciertas cosas”.
En este esperado reencuentro, Marta Riesco le ha pedido a Rocío que se fijara en ella y en que iba vestida de blanco. Tras esto, le confiesa “me caso”. Pero rápidamente ha reconocido que era una broma. La cara de Rocío es para verla. “Era para quitar hierro al asunto porque la veo nerviosa por la gala”, se excusa la reportera.
Lleva seis meses sin aparecer por televisión y Rocío Flores nos confiesa qué ha sido de ella en este tiempo y qué proyectos tiene, fuera de la TV. Niega que le hayan despedido de 'El programa de AR' y cuando los colaboradores le preguntan sobre su madre, Rocío Carrasco, ella confiesa estar al margen, pero lo lleva mal por su padre: "Voy a pensar en mí".
Respecto a Olga Moreno, Rocío confiesa que han pasado por algunos altibajos, y que ahora no están en su mejor momento, aunque ella confía en que esto mejore: "Ella es la madre de mi hermana y, para mí, la familia siempre es lo primero". "Mi relación se acaba con Agustín por unas cosas, temas laborales, no es nada personal. Quien no lo entienda es que no me ha preguntado".
Al finalizar su entrevista, Rocío se ha venido abajo durante unos segundos. Ella quería aclarar ciertas cosas siendo lo más sincera posible, pero siente que en ocasiones la gente no la comprende. Por ello se ha roto y ha hablado, al borde de las lágrimas y visiblemente emocionada.