Loli Navarro, la mujer del prestamista, ha visitado el plató de 'Fiesta' a su regreso de Turquía tras someterse a una lipoescultura que casi acaba con su vida. La protagonista de 'Los gipsy kings' ha relatado junto a Emma García el infierno que vivió en el hospital turco en el que se sometió a esta operación estética, y ha contado por primera vez una experiencia que vivió y que relaciona con la intervención divina.
Loli se encontraba intuba en la unidad de cuidados intensivos y su marido, Joaquín Navarro, se acercó a ella pensando que no podía oírle: "Mi marido me dijo que los médicos le habían dicho que si yo no volvía a respirar por mí misma esa noche moriría".
En ese momento Loli, una persona muy creyente, empezó a hablar con Dios y a pedirle que interviniera y no se la llevase todavía, que obrara el milagro de que volviera a respirar. Loli cuenta con gran emoción que al instante la habitación se llenó de ángeles y comenzó a oler muy bien: "Era la presencia de Dios, yo sabía que él estaba ahí".
Como por arte divino, los brazos de Loli se unieron en oración y automáticamente sus pulmones comenzaron a respirar por sí solos: "No me pusieron ninguna medicación, solamente tenía suero, a mí me salvó el Señor".