Carlos Alcaraz se ha convertido por méritos propios en uno de los deportistas del momento. Se encuentra entre los mejores tenistas del mundo y, para lograrlo, sabe que es necesaria una gran disciplina y muchas horas de entrenamiento. Ambas cosas las tiene muy en cuenta en su día a día y por eso vive en una pequeña casita en la academia de alto rendimiento de su entrenador, Juan Carlos Ferrero.

La vida de Carlos Alcaraz gira en torno al tenis, que es tanto su profesión como su pasión, y por eso no ha dudado en hacer cambios en su vida en busca de mejoras que puedan ayudarle a seguir ascendiendo en el ranking ATP, algo que sucede como reconocimiento a un trabajo bien hecho. Para ello, ha instalado su actual residencia en Villena (Alicante), donde está la academia en la que se pone en forma y que es propiedad de su entrenador, el extenista Juan Carlos Ferrero.

Dentro del centro deportivo hay unas casitas prefabricadas de madera, un hotel rural en el que pueden alojarse los deportistas y sus familiares cuando van de visita. Aquí es donde el murciano tiene fijada su residencia, un refugio en el que cuenta con todo lo que necesita y algunos lujos extra. Al parecer, actualmente Alcaraz se hospeda en la misma casita de 90 metros cuadrados en la que residió Juan Carlos Ferrero cuando se convirtió en número uno del mundo. Hasta ese momento había estado quedándose en una casita un poco más pequeña, de tan solo 25 metros cuadrados, que fue donde pasó el confinamiento durante la pandemia. 

Las casitas tienen diferentes opciones de habitaciones, algunas de ellas individuales con baño completo, otras son dobles, con dos camas individuales, y otras son triples, con una cama de matrimonio y otra individual. Son dormitorios funcionales, con una decoración sencilla, pero que cuentan con televisión y caja fuerte. Igual que sucede con el exterior, donde la naturaleza es clave, el interior de estas viviendas también tiene un protagonista y es la madera, con la que se consigue un aspecto más acogedor y también muebles duraderos. La madera también se emplea como decoración en sí misma en algunos techos.

En algunas de las imágenes que comparten en la página web del hotel rural, también se puede ver como cuentan con aseos completos y cuidados, con acabados en mármol. Aunque sin duda es su pequeño porche lo que más atractivo puede parecer, porque proporciona unas estupendas vistas a los jardines que rodea las pequeñas construcciones, que están colocadas alrededor de la zona de piscina. 

Estas instalaciones, que cuentan con extras como wifi, aire acondicionado o aparcamiento privado, son, tal y como señalábamos antes, para tenistas, pero también para sus familias. El hotel tiene servicio de restaurante y también de lavandería, por lo que quienes se queden este pequeño refugio no notarán la ausencia de nada que puedan necesitar, tanto si la estancia es corta, como si es una un poco más larga.