Hace unos días, Luitingo ponía rumbo a Madrid para acudir al estreno de una película, pero también para "desconectar" y salir de Sevilla por un tiempo después de su mediática ruptura con Jessica Bueno. Ante los medios del evento al que ha acudido en la capital, el exconcursante de 'GH VIP' declaraba que no había cerrado completamente la puerta a tener una relación cordial con su exnovia. Unas horas después, tras regresar a la capital hispalense ha sido pillado acudiendo a la casa que compartía con la exconcursante de 'Supervivientes' y los tres hijos que ella tiene fruto de sus relaciones con Kiko Rivera y Jota Peleteiro.

Ha sido 'Europa Press' el medio que ha captado y difundido las imágenes de Luitingo acercándose al piso que la modelo tiene alquilado en una urbanización con piscina en Sevilla, ciudad a la que se mudó después de abandonar su vida en Bilbao por problemas económicos el verano pasado. "Luis, buenos días, ¿qué haces aquí en casa de Jessica? ¿Esto significa un acercamiento o una reconciliación?", le preguntaba la reportera, sorprendida por verlo en esa zona.

"La mudanza, la mudanza", repetía como respuesta el cantante de 'Chico perfecto', para subrayar que el motivo de su regreso al que fue su hogar durante medio año ha sido únicamente para recoger sus cosas. Ha ido acompañado por su hermano Emilio Romero Magro, que es uno de sus grandes apoyos, y una gran furgoneta en la que ha metido su guitarra y todo tipo de muebles: desde una mesa y varias sillas hasta una cómoda.

El artista no ha querido dar más declaraciones: no ha aclarado si estaba Jessica en el piso ni si han estado hablando ni si ve posible una reconciliación entre ellos. Lo que sí que ha confirmado es que está cansado de que se hable mal de él tras haber denunciado hace unos días que estaba recibiendo mensajes muy hirientes en las redes sociales a raíz de su ruptura con la colaboradora de '¡De viernes!'.

Su hermano Emilio tampoco ha querido hacer declaraciones sobre si ve posible una reconciliación entre su hermano y la que fue su cuñado durante poco más de un año, aunque parece evidente que al haber sacado todas sus cosas y muebles del piso que compartieron ambos tienen claro que su historia de amor se ha terminado y que sus caminos, al menos por el momento, no van a unirse.