Alejandra Rubio celebra su 25 cumpleaños con Carlo Costanzia y un grupo de amigas. La colaboradora de 'Supervivientes', que no ha dudado en presumir de algunos de los regalos que ha recibido en su día especial, se ha reunido con los suyos en uno de los edificios más emblemáticos de Madrid.

En su día sede de la revista Blanco y negro y del periódico ABC, el edificio ABC Serrano alberga en su interior un restaurante en el que el tiempo parece haberse detenido. De estilo clásico, con decoración y elementos propios del siglo XIX; este espacio ha sido testigo del primer cumpleaños de Alejandra Rubio desde que es madre.

Sin duda un día muy especial que en casa tenían que celebrar como merecía. Lo que parecía en un primer momento parecía ser una cita, ha terminado siendo una fiesta sorpresa con algunos de los mejores amigos de Alejandra. Con la notable ausencia de Terelu Campos, que aún no ha regresado de Honduras (y parece que también sin la presencia del pequeño Carlo, que podría haberse quedado al cuidado de una nanny), la joven ha soplado las velas de su primer cuarto de siglo en el antiguo Torcuato, ahora Boral Torcuato.

Propiedad del grupo La Fábrica, este restaurante, que recibe su nombre en honor a Torcuato Luca de Tena, fundador de las mencionadas publicaciones, ofrece una carta con importantes influencias de la cocina francesa a precios relativamente asequibles.

Una propuesta gastronómica que invita a compartir, tal y como parecen haber hecho los comensales a los que Alejandra ha invitado a su 25º cumpleaños. Se desconoce cuántos se sentaron a la mesa, aunque tal y como se ha podido ver a través de las redes de la nieta de María Teresa Campos, se pidieron distintos y variados platos que fueron acompañados por vino tinto, refrescos y agua.

Para picar pidieron una tabla de quesos afinados (20 euros). Después degustaron espárragos blancos confitados acompañados con lentejas especiadas y salsa ravigote (19 euros el plato). De la carta también probaron su boniato asado braseado y glaseado con jugo reducido de carne y natas ácidas (13,50 euros), los canelones de pularda guisada con salsa de foie y demi glace (22 euros), puntalette de setas y trufa (20 euos) y un solomillo Café de París (26 euros).

Como postre, una enorme tarta con velas de tamaño XXL no podían faltar para cerrar esta exquisita velada en Madrid. Un pastel con guiños a la primavera y al signo de Aries (su ascendente zodiacal) son los elementos que lo decoran.