La presencia de Chiara Ferragni en los Goya 2025 el pasado mes de febrero no hacía olvidar que la influencer y empresaria no pasa por su mejor momento personal, pero tampoco laboral. En lo personal, la separación de su marido, el cantante Fedez, y las informaciones que señalan que él le había sido infiel desde el principio han puesto a Chiara en el foco de la noticia, que ya estaba sobre ella a causa del escándalo empresarial que protagoniza. 

Gracias a las redes sociales, Chiara Ferragni tuvo la posibilidad de fundar su imperio empresarial, pudo lograrlo gracias al dinero que había ido ganando, pero también gracias a que su imagen era muy positiva y su nombre sinónimo de éxito. Por eso sorprendía tanto descubrir que este se tambaleaba, pero no era para menos, porque la empresaria era acusada de vender un producto con falsos fines benéficos. 

Ferragni se encuentra en medio de un proceso judicial tras ser acusada de estafa agravada por publicidad engañosa, un polémico caso que ha sido bautizado como 'Pandoro Gate' y que ha convertido el 2024 en un año para olvidar. No solo esto ha contribuido, la separación de su marido y todas las disputas públicas entre la pareja tampoco ha allanado el camino hacia la tranquilidad, haciendo que despidiera el año con ganas, sin saber que en 2025 se haría pública la infidelidad de Fedez con una mujer por la que, según se ha contado en los medios italianos, habría salido corriendo de su boda si ella se lo hubiera pedido. 

Volviendo al Pandoro Gate y sus consecuencias para Ferragni, merece la pena echar la vista atrás para recordar cómo surgió todo. El origen lo encontramos en el año 2021, cuando Chiara lanzó al mercado un pandoro, un dulce italiano, asegurando que los beneficios de las ventas se irían al hospital infantil Regina Margherita. Más adelante se descubrió que la donación se había hecho con anterioridad, es decir, sin relación con las ventas. 

Dos de sus empresas fueron multadas con un millón de euros por publicidad engañosa, Chiara pidió disculpas con un vídeo y se alejó de las redes, además, se comprometió a donar 200.000 euros adicionales a una entidad benéfica y a cubrir los costes judiciales (la empresa de los pandoros también fue sancionada). Esto parecía dar por finalizada la disputa, pero la Fiscalía de Milán no parece tener la misma opinión y han seguido adelante con el caso. Ferragni tendrá que testificar y podría enfrentarse a una pena de cárcel. 

Esto complica la vida de la empresaria, un golpe más a los que lleva últimamente, porque a causa de esta situación, su imagen se ha visto muy afectada y debilitada, llegando a pasarle factura en otros negocios y perdiendo oportunidades en estos últimos tiempos. La imagen de Ferragni siempre había sido muy blanca, una mujer y empresaria de éxito, y esto parece flaquear. Ahora está volcada en demostrar que es una estupenda madre de dos niños pequeños y que fue esposa devota que había estado al lado de su marido incluso en sus peores momentos, a causa de una dura enfermedad.